Mandatarios como la presidenta de Honduras, Xiomara Castro y de México, Andrés López Obrador, condicionaron su presencia a la invitación que realice Joe Biden a todos los presidentes de la región.

Es la primera vez que una Cumbre de las Américas tiene lugar en Estados Unidos desde 1994 cuando se inauguró esta cita en Miami.

Sin embargo, la exclusión de Washington a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, amenaza con un posible fracaso de la cumbre en Los Ángeles.

Washington se negó hasta el último momento en revelar la lista de invitados a la Cumbre de las Américas al tiempo que envió emisarios. Esto, para conquistar la asistencia de los mandatarios de una región en la que el presidente Joe Biden quiere asegurar el liderazgo de EEUU.

Los presidentes de Chile y Argentina aceptaron participar en la cumbre, pero dejaron sentado su rechazo a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, optó definitivamente por no asistir.

“Si Washington no hubiera hecho esta lista inicial de exclusión, eso significaba que la región no tenía disposición a hablar sobre el estado de la democracia”, dijo Juan Tokatlián, internacionalista de la Universidad John Hopkins (Washington).

“Yo creo que la región en su conjunto esta dispuesta a tener un dialogo sobre la democracia, porque la democracia se está erosionando gravemente. En algunos casos, con mucha intensidad a lo largo y ancho de las américas”, comentó el profesional.

Según el experto, el manejo diplomático de EEUU de enviar como emisario a varios países al senador demócrata Christopher Dodd, es una manera parcial de resolver este ‘impase’ político.

Una manera de asegurar la presencia lideres claves en la región.

“Bolsonaro es un negacioncita en materia de COVID, un mandatario que a traído como ningún otro los militares al centro de la política brasileña. Pese a esto, se convirtió en el hombre de lujo de una cumbre particular, lo que le facilita a EEUU que de antemano la cumbre no fuera un fracaso”, dijo.

“Vamos a ver como resulta pero de antemano si hubieran faltado los grandes de la región México y Brasil esto hubiera sido crónica de una cumbre fracasada”, detalló.

El caso cubano en la Cumbre de las Américas

El coordinador de la cumbre Kevin O’Reilly afirmó ante el senado de EEUU que no se invitaba a Nicolás Maduro porque no se le reconoce como el presidente de Venezuela, y tampoco a Daniel Ortega de Nicaragua.

En el caso de Cuba, fue menos enfático y dejó la decisión a la Casa Blanca.

Cabe señalar que Cuba no fue invitada a ninguna cumbre hasta 2015 en Panamá, como resultado del acercamiento diplomático emprendido por Barak Obama y Raúl Castro. Y en 2018, el presiente cubano volvió a ser invitado.

“Las dos invitaciones del 2015 y 2018 fueron invitaciones políticas, no jurídicas, no tenía nada que ver la carta democrática interamericana. Aquella inclusión fue política, no jurídica y esta exclusión también es política, no jurídica”.

“Si miramos los tres excluidos, son países en los cuales, al menos Cuba y Venezuela son hoy temas de la política interna de EEUU. En vísperas de una elección de medio término en Estados Unidos, mucho de la decisión, en especial sobre Cuba tiene que ver con la política interna”.

Sin una agenda clara y con las ausencias de varios mandatarios, la declaración final de la cumbre podría no ser tan trascendental.

Juan Tokatlián, resalta que esta controversia de quienes participan y quienes no podría verse reflejada en acuerdos con temas muy generales.

“Hay que tener en cuenta que las dos instancias que se encargan de administrar y gestionar los acuerdos logrados en las cumbres son el BID y la OEA. Dos instituciones que están hoy muy debilitadas para la ejecución de un programa para la región y para Estados Unidos”.