Alexander N, escuchó recientemente en un tribunal salvadoreño el veredicto por el vejamen que cometió contra su propia sangre: 18 años de cárcel por el delito de violación.

La historia en la nación centroamericana, ha sido difundida por medios como elsalvador.com. El relato da cuenta de la agresión sexual que el hombre cometió contra su propia hija, una menor de edad, a quien le repetía antes de violarla en julio pasado: “Antes de que seas de otro, serás mía”..

Nadie se imaginó que la figura paterna, que debía proteger a su hija a unos años de la muerte de su madre, la sometería de esa forma en su vivienda ubicada en el municipio de Ciudad Dolores, departamento de Cabañas.

Con la sentencia, viene la suma de 300 dólares (212 mil pesos chilenos) que deberá pagar en concepto de responsabilidad civil.

La niña, quien mantenía un noviazgo con un joven no identificado, sin el consentimiento de su padre, contó lo ocurrido a una de sus tías. Juntas acudieron a las autoridades a denunciar al sujeto, quien fue arrestado horas después por el delito cometido.

La publicación del suceso detalla que la menor de edad ha recibido ayuda de instituciones gubernamentales como la Procuraduría General de la República, (PGR) para afrontar el traumático momento de la agresión perpetrada por su propio padre.

SCP / Foto referencia
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Castración química: ¿la solución contra los violadores?

Una de las propuestas que ha vuelto a rodar en la palestra pública y por medio de redes sociales, es precisamente la de castrar químicamente a los violadores.

Su impulsora es la diputada de derecha, Patricia Valdivieso (del partido Alianza Republicana Nacionalista), quien habló con BioBioChile de la iniciativa que lleva varios años promoviendo contra los depredadores sexuales, pero sin el suficiente apoyo para volverla una realidad.

“Aquí, hay prioridades para cada quien. Hay quienes creen que la castración química atenta con los Derechos Humanos del agresor. Pero no ven por los derechos de las víctimas. Yo nunca voy a entender las razones”, responde la legisladora salvadoreña, a la consulta desde esta redacción sobre el nivel de receptividad del resto de partidos políticos en el órgano legislativo de su país.

Al parecer, el término “castración química”, genera malestar en quienes se escudan en los derechos humanos (de los agresores) para aplicar el procedimiento que la diputada Valdivieso impulsa.

“La castración química no es más que un tratamiento médico, se le aplicaría sólo a violadores condenados y vencidos en juicio que salgan de prisión, como una medida de protección a otras potenciales víctimas”.

Otro de los incovenientes vendría a ser la edad de las personas a quienes se les aplicaría el castigo químico, pero la legisladora considera que eso no debería estar en discusión.

“No es un tema de edad, un anciano de 70 años sigue violando. ¿Vio lo del niño que el anciano amarró para violarlo?”, nos pregunta. “Pues a gente de esta edad les quieren dar indulto por ‘derechos humanos’ cuando siguen siendo un peligro a la sociedad”, concluye.

El caso al que hace referencia, es al de un anciano de 70 años, capturado por la violación de un adolescente al que amarró después de haberlo violado en una vivienda ubicada en el departamento de San Miguel, al oriente salvadoreño.

La información detalla que Pedro Vásquez, tomó por el cuello al joven de 15 años, lo sujetó de las manos y lo ató a una cama. Cuando cometió el delito se dio a la fuga pero el joven pudo liberarse. Acto seguido lo denunció y fue capturado minutos después del ataque.

Vásquez fue condenado a 14 años de prisión, según informaron medios salvadoreños a inicios de semana.

En El Salvador 13 de cada cien niñas ha sufrido agresión sexual. Dos de cada 100 varones, figuran también en las estadísticas oficiales desde esa nación centroamericana.

Claudia Castillo / EDH
Claudia Castillo / EDH