Las autoridades cubanas recibieron el lunes a representantes del gobierno de Argentina, un importante e histórico acreedor de la isla socialista y que actualmente está inmerso en una delicada situación económica.

El gobierno de Mauricio Macri, en la vereda ideológica opuesta al socialismo caribeño, envió a La Habana a una delegación liderada por el jefe de su gabinete de ministros, Marcos Peña, e integrada por el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.

Según había adelantado Peña en su cuenta de Twitter, el viaje tiene como objetivo “trabajar cuestiones bilaterales”, aunque no se entregaron más detalles.

Cuba cuenta desde abril con un nuevo presidente. Miguel Díaz-Canel, miembro del gobernante Partido Comunista (PCC), asumió los destinos de la isla, poniendo fin a la era de los hermanos Castro, aunque mantendrá los mismos lineamientos ideológicos.

Tras ser recibidos por el canciller cubano Bruno Rodríguez, los argentinos sostuvieron un encuentro con el vicepresidente del Consejo de Ministros y titular de Economía y Planificación, Ricardo Cabrisas.

Un breve comunicado oficial cubano dijo que Cabrisas y los funcionarios argentinos “dialogaron sobre el estado de los vínculos económicos y de cooperación que existen entre ambos países”.

Cabrisas ha sido un importante actor en la renegociación de la deuda cubana con el Club de París y con acreedores como México, Rusia y Japón, siendo incluso felicitado por el entonces presidente Raúl Castro.