Cuando el príncipe Harry anunció que se casaría con Meghan Markle en diciembre de 2017, gran parte del mundo se enamoró de ella también. Después de todo, no sólo era una actriz norteamericana que se uniría a la familia real más famosa del planeta, sino que además tenía raíces afroaméricanas.

La vida de Meghan se convirtió en una especie de cuento hadas hecho realidad, pero de un momento a otro, la prensa se volvió su principal enemiga.

A medida que avanzaba el tiempo y se acercaba la boda real, fueron multiplicándose los reportes contra Markle basados en rumores, asegurando que era demasiado demandante en sus exigencias para la boda, que no trataba bien a sus empleados, que había hecho llorar a Kate Middleton e incluso que había hecho enojar a la mismísima reina Isabel.

A eso se sumó la humillación provocada por el lado paterno de su familia, que no dejaba de atacarla asegurando que sólo era una “cazafortunas”, sin mencionar el fiasco protagonizado por su padre, quien aceptó dinero de paparazzis para posar preparándose para asistir a la boda real.

Poco a poco las cosas comenzaron a salirse de control y cada paso que daba Meghan era fuertemente criticado por la prensa, especialmente la inglesa. Además era responsabilizada por cada decisión que también tomaba su marido.

El nacimiento del primogénito de la pareja, Archie, tampoco estuvo ajeno a polémicas. Ya que Meghan, quien se convertía en madre por primera vez, decidió romper una serie de protocolos que la familia real había mantenido por años y prefirió lo que ellos creían que era mejor para su familia.

Sin duda el mayor escándalo fue que optara por no salir a presentar al mundo a su bebé, horas después de haber dado a luz, como sí lo ha hecho Kate Middleton con sus tres hijos, quien, por su parte, también fue duramente criticada por ello (pregúntenle a Keira Knightley).

En ese momento, la prensa cuestionó la decisión de los duques debido a que ha sido una tradición real que lleva muchos años. Además muchos afirmaron que la Familia Real tiene pocas tareas y que una de las razones por las cuales sigue siendo relevante, es por el interés que despiertan en la opinión pública eventos como nacimientos y matrimonios.

El diario The Sun, por ejemplo, afirmó que su decisión infringe sus “derechos reales”. “Mantener a la nación en la oscuridad sobre los detalles, incluso después del nacimiento, le da una mala imagen a la pareja real”, aseguraron en su editorial del pasado 12 de abril.

“El repentino deseo de privacidad proviene de un duque y una duquesa muy felices de disfrutar la vida como miembros de la realeza a tiempo completo”, escribieron.

“Quieren privilegios reales, contribuyentes que desembolsen millones para la renovación de su casa de campo, que paguen por ellos y por el bebé de por vida, pero no quieren compartir detalles hasta que estén listos”, añadieron.

Los duques de Sussex optaron por que Harry, quien perdió a su madre por culpa del acoso mediático, saliera a enfrentar a la prensa y anunciara él mismo el nacimiento de su hijo.

Luego esperaron dos días para oficialmente introducirlo al mundo y conversar con los medios sobre sus primeros momentos como papás primerizos.

El tiempo pasó y las polémicas y rumores contra Meghan siguieron. Se le responsabilizó de querer dejar el palacio de Kensington, donde eran vecinos de William y Kate, de gastar demasiado en la renovación de su nuevo hogar en Frogmore Cottage, de separar a los hermanos y tener un carísimo viaje para asistir a su baby shower en Nueva York.

Pero ningún rumor escaló tanto como la indignación que produjo que la joven familia viajara en un jet privado al sur de Francia, para descansar unos días.

En redes sociales fueron interminables los mensajes contra los duques de Sussex, a quienes se les acusó de malgastar los recursos y además de tener un doble discurso sobre la defensa del medio ambiente, pues un vuelo de este tipo contamina innecesariamente más que un vuelo comercial.

La pareja fue crucificada por la prensa, la misma que no recuerda que Leonardo DiCaprio, el paladín de la ecología, también posee un jet privado.

En diarios como Daily Mail y Mirror se enumeraron los viajes en jet realizados por Harry tras conocer a Meghan y contrastaron la información con la que él mismo había entregado en alguna oportunidad.

Fue cuestión de horas para Sir Elton John saliera a aclarar que él invitó a los duques a su hogar y les facilitó su propio avión privado para trasladarlos.

El cantante afirmó estar “profundamente angustiado” por la forma “distorsionada y maliciosa” en la que la prensa informó sobre el viaje de los duques de Sussex a Niza. “La madre del Príncipe Harry, Diana, fue una de mis más queridas amigas. Siento una profunda obligación de proteger a Harry y su familia de la intrusión innecesaria de la prensa que contribuyó a la muerte prematura de Diana”, añadió.

“Después de un año agitado en el que continuó con su arduo trabajo y dedicación a la caridad, David y yo queríamos que la joven familia tuviera unas vacaciones privadas dentro de la seguridad y tranquilidad de nuestro hogar. Para mantener un alto nivel de protección muy necesaria, les proporcionamos un vuelo en un jet privado”, explicó.

“Para apoyar el compromiso del Príncipe Harry con el medio ambiente, nos aseguramos de que su vuelo fuera neutral en carbono, haciendo la contribución adecuada a la Huella de Carbono”, agregó. “Respeto y aplaudo el compromiso de Harry y Meghan con la caridad y pido a la prensa que cese estos asesinatos implacables y falsos de sus personalidades que se elaboran falsamente a diario”, sentenció.

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I am deeply distressed by today’s distorted and malicious account in the press surrounding the Duke and Duchess of Sussex’s private stay at my home in Nice last week. Prince Harry’s Mother, Diana Princess Of Wales was one of my dearest friends. I feel a profound sense of obligation to protect Harry and his family from the unnecessary press intrusion that contributed to Diana’s untimely death. After a hectic year continuing their hard work and dedication to charity, David and I wanted the young family to have a private holiday inside the safety and tranquility of our home. To maintain a high level of much-needed protection, we provided them with a private jet flight. To support Prince Harry’s commitment to the environment, we ensured their flight was carbon neutral, by making the appropriate contribution to Carbon Footprint™ I highly respect and applaud both Harry and Meghan’s commitment to charity and I’m calling on the press to cease these relentless and untrue assassinations on their character that are spuriously crafted on an almost daily basis.

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Tras el gran el escándalo, Meghan encontró apoyo en sus excompañeros de Hollywood. Ellen Degeneres salió en su defensa en Twitter. “Portia y yo conocimos al príncipe Harry y a Meghan en Inglaterra para hablar sobre su trabajo en la conservación de los animales salvajes. Son las personas más compasivas con la tierra. Imagina ser atacado por todo lo que haces, cuando todo lo que intentas hacer es mejorar el mundo”, escribió la actriz y conductora.

La cantante Pink usó la misma plataforma para hablar de la polémica. “Estoy feliz de ver que la gente salga en defensa del duque y la duquesa de Sussex. La forma en la que la gente la trata es la forma más pública de bullying que haya visto en último tiempo”, escribió.

“Está fuera de control. Seamos un poco más amables, ¿sí? Mostrémosle a nuestros niños que es cool ser amable”, finalizó.

La presentadora y actriz británica Jameela Jamil, en tanto, acusó de racismo en la prensa. “Querida prensa inglesa, sólo digan que la odian porque es negra, y a él por casarse con una mujer negra, y terminen con eso, maldición. Su bullying es tan vergonzoso y obvio. Se han vuelto locos. Es 2019. Maduren”, expresó fiel en su estilo.

A principios de septiembre, incluso el mismísimo príncipe Harry tuvo que hablar y defender a su familia. “Todos podemos hacerlo mejor y aunque nadie es perfecto, todos tenemos la responsabilidad de nuestro propio impacto individual”, aseguró en un evento en Amsterdam. “La pregunta es qué hacemos para equilibrarlo”.

Más tarde, en una sesión de preguntas, el príncipe fue más allá cuando se le preguntó acerca de viajar en un jet privado. “Vine aquí en un avión comercial. Paso el 99% de mi vida viajando por el mundo en aviones comerciales”, dijo y agregó que los vuelos privados los usa “ocasionalmente” cuando hay “una circunstancia única como garantizar que mi familia esté segura”.

“Para mí se trata de equilibrio. No es una decisión que quisiera tomar, pero si tengo que hacerlo, me aseguraré de equilibrar el impacto que tenga”, añadió.

Pero mientras Harry intentaba calmar las aguas, otra avalancha se venía en contra de él y su esposa.

En medio de la polémica, su hermano, el príncipe William, hizo viajar a toda su familia en una aerolínea de bajo costo, hasta Escocia, donde pasaría los últimos días del verano. Una movida que revivió los rumores de enemistad y distanciamiento entre los hijos de la princesa Diana.

Sin embargo, lo peor aún estaba por venir. Porque cuando Meghan quiso tomar el asunto en sus manos, y demostrar que era igual de humilde que cualquiera, las cosas explotaron aún más.

La semana pasada la exactriz decidió hacer un rápido viaje a Nueva York para asistir a la final del US Open, para ver a su amiga Serena Williams que se enfrentaría con la canadiense Bianca Andreescu, en el estadio Arthur Ashe Stadium en Queens.

Meghan dejó a su bebé de cuatro meses al cuidado de padre, tomó un vuelo comercial que se atrasó una hora e incluso participó en una clase de yoga en el estudio al que siempre asistía cuando vivía en Estados Unidos.

En el encuentro llevó un vestido de “bajo costo” (alrededor de 70 mil pesos, barato en comparación con lo que está acostumbrada) y un collar de oro de 14 kilates con las iniciales de Harry y Archie.

El gran problema fue que la prensa la “despedazó” por realizar aquel viaje y haber rechazado la invitación de la reina Isabel para acudir a Balmoral y a los juegos Highland en Braemar, uno de los eventos favoritos de la monarca.

Según explicó un portavoz de los duques, ambos estaban “ocupados” y Archie (de sólo cuatro meses) era demasiado pequeño para viajar a la zona. Según Daily Mail, las excusas podrían haber parecido plausibles, pero la pareja ya había llevado al bebé a principios de agosto al sur de Francia, al hogar de Sir Elton John.

“Las preguntas ahora son inevitables sobre dónde residen las lealtades de Meghan: con la Familia Real, o con sus amigos famosos y el estilo de vida VIP que se suponía que debía dejar a un lado en su matrimonio con Harry”, se preguntaron en una columna en el citado medio.

“Parece que está cada vez más alineada con Hollywood, y con el mundo de sus amigos famosos, lo que es motivo de cierta preocupación. De hecho, se dice que Meghan le dijo a los ejecutivos de la revista Vogue que quería ‘romper Internet’ con la edición que editó como invitada en septiembre, una visión intrigante de cómo ve su papel”, añadió.

Sin lugar a dudas esta historia continuará, pero esperemos que su desenlace no sea igual de trágico que el de la princesa Diana.