Lo que se hereda no se quita, dicen por ahí. Es por ello que es frecuente ver que los hijos sigan los pasos de sus padres, abuelos o hermanos.

Y es que muchos de estos pequeños crecen viendo en lo que se desarrollan sus padres y, sin querer, comienzan a aprender y familiarizarse con ciertas cosas que para el resto pueden resultar desconocidas.

Esto se da especialmente en el mundo del espectáculo, donde no son pocas las familias completas que trabajan en este rubro, algunos de los cuales comienzan desde pequeños y, muchas veces, en campañas publicitarias.

Ejemplos hay muchos, pero hoy contaremos la historia de tres hijos de famosos que están comenzando a dar sus primeros pasos en esta área.

Vicente (11), hijo de Rafael Araneda y Marcela Vacarezza; Maite (4), hija de Camila Stuardo; y Mauricio Pinilla (7), hijo del famoso futbolista y Gisella Gallardo, son algunos de los rostros de la nueva campaña para medios digitales de la marca Harvest para Ripley.

Maite Urzúa, Mauricio Pinilla y Vicente Araneda  | Ripley
Maite Urzúa, Mauricio Pinilla y Vicente Araneda | Ripley

Tomar la decisión de permitirles a sus niños participar no fue fácil, pero finalmente los padres aceptaron y tuvieron la posibilidad de acompañarlos durante todo el proceso de grabación.

“Siempre existen aprehensiones. Somos súper temerosos con nuestros niños y nunca hemos querido exponerlos sin ser necesario o que estén involucrados en cosas negativas. Pero vimos el proyecto, nos gustó, era algo muy liviano y el Mauri quiso hacerlo, sino obvio que no lo hubiese hecho”, comentó Gissella Gallardo a BioBioChile.

Marcela Vacarezza, por su parte, se preocupó de conversar con su hijo de 11 de años, sobre los posibles malos comentarios que podría generar su participación.

“Las redes sociales pueden ser usadas permanentemente de manera cruel. De hecho, pienso que quien lo hace, lo hará de igual manera teniendo o no de qué agarrarse. Una campaña publicitaria podría generar este tipo de comentarios, por envidia o sólo por molestar, pero conversé con Vicente de una eventualidad de que esto pasara y me dijo ‘sí sé mamá, no importa’”, afirmó.

Todas también están conscientes de los riesgos de que los niños sean calificados como ‘apitutados’ y se menosprecie su trabajo.

“No me cabe duda que hay gente que así lo va a decir, y en parte tienen razón, porque puede pensarse que un hijo de un rostro conocido puede ser más atractivo publicitariamente. El tema es cuál es el tono para decir ‘apitutado’ y de cuáles otras palabras se acompaña“, agregó Vacarezza.

Por su parte, Camila Stuardo expresó que: “En la vida he aprendido que la gente va hablar porque sí y porque no, y sí, Maite se dio a conocer por mí y no hay como negarlo, pero la gente la quiere por ella y mucha gente me sigue (en redes sociales) por ella, no por mí”.

El terror del bullying

Un estudio de la ONG internacional Bullying Sin Fronteras determinó que, en el último año, hubo un aumento del 25% en las denuncias por maltratos físicos y psicológicos en colegios chilenos, tanto públicos y privados.

Esta realidad se ha hecho aún más evidente con el suicidio de Katy Winter, una adolescente víctima de ciberbullying, que conmocionó a Chile.

Frente a este escenario, todas las mamás coinciden en el temor que algunos de sus hijos vivan el matonaje escolar. De hecho, Camila Stuardo aseguró que a pesar que su hija tiene sólo cuatro años, vivió momentos complicados cuando una compañera comenzó a molestarla en el jardín.

“No quería ir al colegio, de inmediato le creí y fui hablar allá, luego con el papá de la niña, y él de inmediato me pidió disculpas y trabajamos en conjunto el tema. Lamentablemente, no creo que sea un problema de los niños, creo que copian muchas actitudes de los adultos”, sostuvo.

“Le dije a mi hija que lo más importante es que no tuviera rabia, sino que la tratara de ayudar, enseñando que esas cosas no se hacían. Es triste para uno como papá no poder estar siempre ahí, pero finalmente estas cosas pasan”, agregó.

Este es un tema especialmente delicado para Vacarezza. Hace un tiempo, Rafael Araneda confesó que una de sus hijas fue víctima de acoso en el colegio, durante su estadía en Estados Unidos.

La responsable era una niña que había perdido a su madre y que tenía muchos problemas emocionales y familiares, por lo que se desquitaba con la hija de los comunicadores.

“Si bien la víctima y el victimario viven el bullying de distinta manera, creo que la mejor herramienta para ambos es la contención y el amor incondicional que se le tiene a los hijos. En los dos casos los niños piden amor a gritos”, comentó Vacarezza.

Todas también destacan la importancia de la comunicación entre padres e hijos. “No creo que exista algo concreto para prevenirlo, pero sí para detectarlo a tiempo, y eso es la comunicación. Conocer a tu hijo y ver las señales que te vaya entregando. Nosotros claramente actuaríamos en ambas situaciones, si hiciera o si fuera víctima, no lo dejaríamos pasar ni justificar, como he escuchado en algunas situaciones donde dicen ‘son cosas de niños, que se arreglen entre ellos’”, declaró.

Con mi familia hermosa en #modovacaciones😎

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Stuardo coincide y agrega que “finalmente, el punto más importante, es dar el ejemplo, porque ellos nos imitan y creo que con Maite vamos por buen camino, gracias a Dios”, concluyó.