En marzo pasado, el coronavirus crecía en cifras hasta ser pandemia. Barron Trump cumplía 14 años y escalaba en centímetros. Desde antes, el apellido del joven lo ha puesto en los reflectores, lo quiera o no. Su estatura, también.

De hecho, los medios a nivel internacional han destacado la altura del hijo de Donald y Melania Trump. La pareja presidencial, sin embargo, tiene otros asuntos de enorme talla en los que pensar. Por ejemplo, que el magnate debe dejar la Casa Blanca, tras ser derrotado por el demócrata Joe Biden, en las elecciones del pasado 3 de noviembre.

Aún así, el mundo sigue atento a cada detalle de esta familia. No solo en lo que respecta a lo político. Mucho se ha especulado de la intención de divorcio de Melania, contado por fuentes cercanas a la primera dama. Nada es oficial, ni siquiera los resultados que le quitarán en unos meses las siglas FLOTUS (First Lady of the United States).

A la vista está, mientras eso ocurre, el cambio que en los últimos meses ha tenido Barron. Su estatura genera comentarios en los tabloides de su país, pese a que sus padres tratan de mantenerlo al margen de las cámaras tanto como pueden. Imposible por estos tiempos. El “estirón” del hijo menor del presidente de Estados Unidos, lo impide.

Las recientes fotografías lo confirman. El joven tiene una estatura que sobrepasa la de Trump y Melania, de 1 metro 90 y 1.80, respectivamente. A simple vista, Barron ronda los 2 metros de altura, según las imágenes.

Y es que basta comparar su antes y después, marcado por su aparición en la toma de posesión de su padre, como presidente estadounidense, y en los años posteriores, cuando apareció junto a la pareja, generando la atención de fotógrafos.

“Es un chico mentalmente muy fuerte, muy especial e inteligente. Es independiente y obstinado y sabe exactamente lo que quiere. Es una mezcla de nosotros en apariencia, pero su personalidad es idéntica a la de su padre, por eso lo llamo Little Donald”, declaraba su madre a los medios. Sabe que el quinto hijo de su esposo y el único como pareja, vive al margen de sus adultos hermanos en cuanto a fama. La fortuna le viene por apellido.

Las perturbaciones de Barron y el acoso constante

Mucho se habla de Barron Trump, aunque poco se le vea en público.

Su vida como adolescente no ha sido fácil, desde la descripción entregada por su madre. Melania Trump se pronunció enérgicamente cuando una escena hizo horrorizar a su entonces pequeño hijo, en medio del mandato de su polémico esposo.

Corría el año 2017. Barron y Melania estaban al frente del televisor, cuando una imagen descolocó al niño.

La comediante Kathy Griffin aparecía sujetando la cabeza decapitada de Donald Trump. Estaba llena de sangre, como parte de su show, lo cual hizo gritar “¡Mamá, mamá!” a un perturbado Barron Trump.

“Él tiene sólo 11 años. No sabe quién es Kathy Griffin y la cabeza que sostenía parecía a su padre”, dijo una fuerte cercana a la familia presidencial.

Griffin se disculpó en pocas horas, asegurando que “cruzó la línea y la transgredió”, reconociendo que la imagen era perturbadora y ofendió a algunos estadounidenses.

Meses antes del incidente de “la cabeza decapitada”, Melania se anticipaba a pedir en un comunicado que se respetara la “larga tradición de que a los hijos de los presidentes se les brinde la oportunidad de crecer fuera del foco político”.

Lo hacía porque la guionista de Saturday Night Live, Katie Rich, publicó un mensaje en su cuenta de tuit, generando rechazo entre los seguidores de los Trump.

“Barron será el primer francotirador del país que recibe educación en casa”, decía el tuit que fue borrado posteriormente.

La guionista tuvo que disculparse por lo que calificó como un “insensible” mensaje. NBC comunicó horas después que había sido suspendida indefinidamente por sus afirmaciones públicas.

Barron Trump, sin embargo, era el blanco de una vida llena de ataques teledirigidos a su padre, con evidentes daños colaterales al desviarse a su persona, a tan corta edad y como parte de una guerra política insensible, al punto en que no se discrimina entre objetivos.

Barron tuvo coronavirus y los medios lo informan

Cuando el presidente estadounidense enfermó de la covid-19, se habló de su condición, más allá de lo sanitario.

El mandatario ha sido uno de los más reacios a adoptar políticas contra el virus, generando polémica por sus declaraciones, entre las cuales, figuran las que hizo en la Casa Blanca en abril pasado.

“Tremenda luz ultravioleta o simplemente una luz muy poderosa” refiriéndose a posarla sobre el cuerpo humano, o dentro, como posible tratamiento.

“Y veo que el desinfectante lo elimina en un minuto, un minuto. ¿Hay alguna manera de que hagamos algo así, con una inyección dentro, como casi una limpieza? Sería interesante comprobar eso”, le dijo a los reporteros que casi enloquecían con las aseveraciones.

Más tarde, Trump, decía que era sarcasmo frente a la prensa. Eso se acabó cuando fue diagnosticado semanas atrás.

Su hijo forma parte de los cercanos que también dieron positivo al virus. Barron estuvo aislado, como su padre, mientras se recuperaba del padecimiento. Afortunadamente fue leve.

En tanto, los medios de comunicación a nivel internacional estaban enfocados en reportar cómo se encontraba el magnate, tras las ironías usadas en torno al padecimiento que ha cobrado más de un millón de vidas a nivel mundial.

A expensas de la incredulidad presidencial, y aplicando el dicho “Una madre, siempre sabe”, la primera dama estadounidense hizo repetir los análisis a su hijo, los cuales en primera instancia salieron negativos.

“Para nuestro gran alivio, dio negativo en la prueba, pero como muchos padres han pensado durante los últimos meses, no pude evitar preguntarme: ‘¿y mañana o el día siguiente?’. Mi miedo se hizo realidad cuando le hicieron la prueba nuevamente y dio positivo. Afortunadamente, es un adolescente fuerte y no presentó síntomas”.

Melania defendió no haber informado de la situación de su hijo, asegurando que está para defender su privacidad, algo que resulta cuesta arriba, como la estatura de Barron, debido a la clase de padre que tiene, en el amplio sentido del término.