Lea Michele no podría estar más radiante por estos días. La actriz espera su primer hijo y su felicidad salta a la vista a través de las fotos que comparte en Instagram.
Pero poder llegar a ese punto en su vida no fue nada fácil y tuvo que pasar por momentos muy oscuros, de los cuales pensó que no podría salir.
Desde muy pequeña la también cantante debió aprender a hacer frente a los “haters”. Cuando estaba en el colegio, decidió dejar de su usar su verdadero apellido debido al bullying que recibía de sus compañeros.
“Sarfati. Ese es mi apellido real. No lo uso porque en la escuela me llamaban ‘Lea So-Fatty’ (que traducido al español suena como Lea Muy-Gorda) o Lea So-farty (Lea Pedorra)”, señaló hace años en The Tonight Show with Jay Leno.
“Cuando era pequeña y fui a mi primera audición, me dijeron: ‘Necesitamos tu nombre’, y yo dije Lea Michele. Y he sido Lea Michele desde entonces”, añadió.
Los marcados rasgos de la actriz también la hicieron pasar malos ratos y sentirse rechazada, sin embargo, decidió no cambiar ninguno.
Tenía solo 13 años cuando le recomendaron por primera vez que se operara la nariz. “Amo mi nariz porque es mía. Al crecer, trabajé en Broadway y siempre quise hacer la transición para posiblemente hacer cine y televisión. Desde muy joven, debo haber tenido tal vez solo 13 años, los representantes y agentes me dijeron que para llegar a la televisión o en las portadas de las revistas iba a tener que operarme”, aseguró al programa Today.
“Creo que las personas deberían poder tomar sus propias decisiones. Si eso es algo que alguien quiere hacer, entonces genial; es tu cuerpo y es tu elección. Pero nadie iba a tomar esa decisión por mí. Y no quería hacer eso”, añadió.
En 2009 su vida cambió para siempre cuando audicionó para Glee, una dramedia musical creada por Ryan Murphy.
Su casting fue inolvidable. Interpretó Own my own del musical Los Miserables, pero el pianista se equivocó y no tocó el segundo verso, por lo que ella exigió comenzar de nuevo.
“Hay que volver a hacerlo, voy a hacerlo otra vez y quiero que todos lloren”, le dijo a los presentes, lo que terminó por darle el rol de Rachel Berry.
La serie le trajo fama mundial, premios, reconocimiento y dinero, pero también muchas polémicas y uno de los dolores más grandes de su vida.
Mientras su popularidad crecía también lo hacían los rumores de una mala relación con sus compañeros de serie. Se especulaba que la actriz tendría una actitud de diva que molestaba al resto, siendo Naya Rivera su principal enemiga.
“En una ocasión, los guionistas de Glee dijeron que Lea y yo éramos como los dos polos de una misma pila, y creo que eso lo resume todo”, aseguró Rivera en su libro autobiográfico ‘Sorry, not sorry’.
“Las dos somos mujeres ambiciosas y competitivas, no solo entre nosotras sino con todo el mundo, y esa no es una buena combinación. A medida que la historia de la serie se iba desarrollando, mi personaje (Santana) iba acumulando cada vez más protagonismo en pantalla. Creo que a Rachel, digo a Lea, no le gustaba compartir tanto los focos”, añadió.
Sin embargo, con el paso de los años Naya negó la enemistad y de hecho es una de las pocas exintegrantes de Glee que felicitó a la actriz en Instagram por su embarazo.
Su gran amor
En la serie también conoció a Cory Monteith, un actor canadiense cuatro años mayor que ella, quien daba vida a Finn Hudson, el novio de su personaje.
Ambos estaban en una relación cuando se conocieron, pero poco a poco se fueron acercando hasta comenzar un romance que mantuvieron en secreto para todos, incluidos sus compañeros.
Recién en 2011 dieron a conocer abiertamente su relación. “Ni siquiera recuerdo un momento en que él no era mi novio. Nadie me conoce mejor que Cory. Nadie sabe cómo ha sido pasar por esto más que él. Sentir que tienes esa red debajo de ti te permite saltar más alto e ir más lejos”, aseguró ella en ese momento en la revista Marie Claire.
“Me hace sentir que puedo hacer cualquier cosa. Por primera vez en mi vida, me siento realmente, muy tranquila y feliz. Me siento la chica más afortunada del mundo”, añadió.
Durante el tiempo que estuvieron juntos, Lea apoyó a Cory con sus problemas de adicciones (los que comenzaron a los 13 años) e incluso estuvo con él mientras ingresaba a un centro de rehabilitación en marzo de 2013. “Amo y estoy con Cory y lo apoyaré. Estoy agradecida y orgullosa de que haya tomado esta decisión”, dijo.
La pareja parecía feliz y enamorada al punto que estaban a punto de irse a vivir juntos, e incluso algunos aseguraban que el actor quería proponerle matrimonio. Sin embargo, el 13 de julio de 2013, Monteith fue encontrado muerto en una habitación de hotel producto de una sobredosis involuntaria de drogas.
Al enterarse de la noticia Lea llamó a la madre de Cory, Ann McGregor, para confirmar que era cierto, pero la mujer no tenía idea de lo que estaba hablando y tuvo que ser la actriz quien le dio la noticia.
Kate Hudson, quien había trabajado con ella la serie, se convirtió en el ángel guardián de la cantante y la mantuvo en su casa para evitar el acoso de la prensa.
“Fue tan maravillosa que básicamente me cedió su hogar para mí y mi familia”, dijo Michele en el programa de Ellen Degeneres. “Fue muy útil tener básicamente un lugar seguro para procesar y tener un minuto para respirar antes de regresar a mi casa, que tiene muchos recuerdos y otras cosas, así que estar en otro lugar para pasar ese momento fue realmente agradable”, reconoció.
Cuando volvió a la vida pública sufrió el escrutinio constante. “Si sonríes es como, ‘¡Ella está muy feliz!’ y si te ves triste, dicen: ‘Ella es terrible’. Es muy difícil”, aseguró.
La actriz volvió a trabajar cuando se sintió lista, con la venía de Murphy, pero la serie no fue la misma y llegó a su fin en 2015 con su sexta temporada.
Lea cayó en una profunda depresión pero intentó salir a adelante con su disco solista, que no tuvo una gran recepción. Paralelamente volvió a trabajar con Ryan Murphy en Scream Queens, pero la serie fue cancelada en su segunda temporada.
Un año después de la muerte de Cory, comenzó una relación con el modelo modelo Matthew Paetz, quien tras casi dos años juntos rompió su compromiso con ella.
Este fue un duro golpe para Michele, puesto que la decisión fue una sorpresa para ella que consideraba que tenían un relación estable e incluso vivían juntos en la casa de 3 millones de dólares de la actriz.
Nuevamente, un año y medio después de su quiebre, la actriz encontró el amor otra vez con el empresario Zandy Reich, con quien contrajo matrimonio en marzo del año pasado.
La ceremonia fue oficiada por Murphy y a ella asistieron sus ex compañeros de Glee Becca Tobin, Darren Criss y Jonathan Groff, así como Emma Roberts.
Hoy la pareja espera su primer hijo, un sueño para la actriz quien pensó que no podría tener bebés debido que fue diagnosticada con síndrome de ovario poliquístico.
Tras visitar muchos médicos, la actriz encontró el tratamiento adecuado para su problema, lo que la llevó a cambiar por completo su dieta y enfocarse en una alimentación más sana. Además se refugió en el yoga, practica que comenzó tras la muerte de Cory.
“Soy muy afortunada porque hay casos mucho más extremos del síndrome de ovario poliquístico con los que las mujeres tienen muchas dificultades. La mía no es tan intensa”, comentó a la revista Health.
Hoy Lea no podría estar más feliz y vive la pandemia junto a su esposo y a la espera del bebé que tanto deseaba.
