En poco tiempo, Tinder se volvió la plataforma líder de los encuentros amorosos del siglo XXI. Con sólo deslizar el dedo hacia la derecha o izquierda, muchas personas encuentran a sus parejas amorosas o entretenidos encuentros casuales.

A pesar de su popularidad (más de 100 millones de usuarios) y gran variedad de personas que acceden a ella, la plataforma decidió hacer una pequeña “discriminación” con algunos de sus consumidores, que no causará mucha gracia en los afectados.

Se trata de la opción Tinder Plus, una alternativa para los usuarios que deseen pagar para obtener más beneficios dentro de la aplicación. Algunas de estas ventajas son conseguir “match” de forma más rápida, multiplicar por tres tu opción de captar “likes”, devolverte las veces que quieras cuando rechazas por casualidad a una persona; entre otros. Pero, ¿cuál es el problema?

El “pequeño” detalle está en el pago. Pues, si eres un usuario menor a 30 años Tinder te ofrecerá el mismo beneficio por la mitad del precio que pagaría alguien mayor a esa edad.

En Chile, las personas sobre 30 tienen la opción de pagar un año a 5.417, medio año a 8.117 y un mes a 13 mil pesos. Mientras que los menores, pagan los 12 meses a 2.975, los 6 meses a 3.784 y el mes a 6 mil 500.

Oferta de Tinder a: Menores de 30 | Mayores de 30
Oferta de Tinder a: Menores de 30 | Mayores de 30

Pero esto no sucede sólo en nuestro país. La aplicación aplicó esta “regla” a todos los lugares en los que está disponible. Así lo confirma una publicación del diario El País, en donde explican que esta brecha puede alcanzar hasta los 10 dólares de diferencia.

Es por lo mismo que la aplicación de la llamarada llegó a la justicia en California hace dos días tras ser acusada de “discriminatoria”. Un tribunal de apelaciones del lugar dictaminó que Tinder Plus usó un modelo de fijación de precios discriminatorio tras basarse en una generalización arbitraria basada en la clase social de sus usuarios, cuenta el portal Quartz.

Sin embargo, la marca ganó el caso argumentando que no discriminaban a ninguna persona puesto que se habían basado en estudios de mercado que demostraban que los usuarios más jóvenes tenían menos recursos económicos que los mayores de 30 años.

En tanto, el caso fue presentado por Allan Candelore, en representación suya y de otros usuarios.