Últimamente son muchos los hombres de ciencia que están entregando malas noticias sobre el destino de la especie humana.

Algunos han destacado que la tendencia a disminuir la natalidad en el mundo desarrollado es algo más que un fenómeno cultural o político. Que más bien se trata de una especie de tendencia suicida que diversas especies exhiben en determinadas circunstancias.

Por ejemplo, la conducta que evidencian los leones cuando el número de ejemplares de una región sobrepasa las posibilidades de alimentación. En esos casos, los leones machos comienzan a dar muerte a los cachorros.

Y, por otro lado, se ha reiterado que la reproducción de la especie humana está siendo afectada gravemente por la alteración ecológica del planeta, el cambio climático, la degradación general del medio ambiente y la alteración de la biosfera por polución de gases junto a emisión de miles de millones de toneladas de basura tóxica cada año.

Igualmente, se ha mencionado la serie de mutaciones detectadas en diversos agentes patógenos, virus y microbios, que derivan en la aparición de enfermedades nuevas y también en cepas nuevas de enfermedades viejas que se han vuelto resistentes a los antibióticos.