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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

"Vicente Almuna protagoniza un Hamlet donde se destaca su emotividad. La obra, dirigida por Claudia Echenique, propone una visión que va más allá de la crisis individual, resonando con temas como poder, política, amor y traición. La estructura dual de \'Hamlet-Multitud\' muestra la interacción entre la historia original y la sociedad externa al Castillo Elsinor, con un coro que critica el poder central. Almuna explora la complejidad emocional de Hamlet, interpretando un personaje dolorido y en busca de venganza, que desafía las normas reales y muestra una faceta lúdica y corrupta. La obra invita a reflexionar sobre el malestar de la comunidad frente a un sistema corrupto encarnado en el rey. La adaptación coloquial del texto original facilita la comprensión del relato.

Hamlet-Multitud, de la Cía. Shakespeare&Co, de Claudia Echenique, tiene escenas clásicas del autor inglés en paralelo con las del dramaturgo chileno Jonathan Aravena.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Múltiples matices distinguen a este Hamlet de Vicente Almuna (36). Tiene pataletas de cabro chico, dudas dolorosas, inestabilidad emotiva, deseos de venganza y desafíos que en su cuerpo hamletiano y lúdico asoman con naturalidad y sentido.

Cuando mata sin querer a Apolonio, efecto colateral en la guerra interna familiar en el Castillo Elsinor, hace un gesto de hombros como diciendo: “Bueno, mala suerte, me equivoqué”. Y, cuando pelea con Laertes, da saltos de payaso como burlándose de su contendor. Un juego corporal bien trabajado, sencillo, efectivo y creíble.

En esta versión no está la imagen del joven príncipe con una calavera en la mano diciendo “Ser o no ser”. “Porque nunca ha sido así en el texto original”, dice Vicente Almuna, destruyendo el mito.

En la síntesis de la obra de Shakespeare, sí figuran los ingredientes de la tragedia: corrupción, traición y muerte, qué hacer frente al destino inexorable. También el asesinato del Rey de Dinamarca y padre del Príncipe Hamlet, a manos de su hermano, y el matrimonio de éste con la viuda.

Y está presente la venganza, que por su padre Apolonio, busca su cuñado Laertes, las penas y tristeza de Ofelia y, por supuesto, el Espectro o Fantasma del Rey Hamlet que incita a su hijo a la venganza. Una insoportable mochila.

Versión propia

Todo lo demás corre por cuenta de la propuesta que dirige Claudia Echenique: Hamlet-Multitud. Un título-concepto para aludir a que este relato no es sólo una historia que se agota en una crisis individual, según recuerda el actor protagonista.

Se busca delinear cómo se expresan y resuenan las pasiones y emociones que esconden o emanan del poder, la política, el amor, la traición y la muerte en la sociedad de ayer y de hoy.

La estructura dual de Hamlet-Multitud contempla un carril con la propuesta de Shakespeare y otro paralelo que hace eco del mundo fuera del Castillo Elsinor, las voces de una comunidad que, pese a la corrupción que detecta y sufre, confronta la conducta del poder central.

Se manifiesta desde el escenario y a través del brillante coro de músicos y cantantes con perfil de época que expresan en vivo sus puntos de vista crítico frente a los sucesos que ocurren.

Sin embargo, aunque con vida propia, ambas áreas funcionan como parte de un mismo órgano. Una simbiosis entre actores, actrices, músicos, diseñadores, dramaturgo y directora que generan o sugieren reflexiones y alternativas dignas.

Ideas y reflexiones que tienen una densidad incombustible en un ambiente dominado por las emociones y un protagonista que parece subsumirse en este cuerpo colectivo. Allí se mueven Hamlet y el actor que lo interpreta, Vicente Almuna.

Hamlet-Multitud, foto de César Dellepianes

Todos los rostros

¿Cuál es tu mirada de este Hamlet que percibo lúdico total y, a veces, psico-sociópata?

“Dicho en mis palabras, el desafío era que fuera un Hamlet muy emocional, muy desbordado en lo que va sintiendo y que la pena por la muerte de su padre se manifestara en sus acciones.

“Yo he visto muchos Hamlet que se manifiestan filosófica y/o psicológicamente. Aquí queríamos que vaciara su pena y que ese dolor se pudiera ver en escena. Hamlet no es un loco psiquiátrico… pero juega con eso.

“Nosotros tratamos que, al inicio, se hiciera el loco, pero que poco a poco enloqueciera. Con Ofelia tiene una buena actitud, pero también la trata mal. Y, en la escena con la mamá, empieza a tocar una tecla extraña…”

Incluso, corporal y sexual…

“Claro. Es interesante porque hay teorías que dicen que Hamlet tiene el complejo de Edipo… Nosotros pensamos que está enamorado de alguna manera de su mamá, otros dicen que no”.

¿Este Hamlet te atrae, incomoda, te provoca interés?

Al principio lo vi como un tipo medio misógino, que tiene comentarios súper feos contra las mujeres y hace cosas súper inadecuadas. Es medio funado. Pero en los ensayos lo fui entendiendo: las dos personas que él amaba lo traicionan.

“Por eso, termina encarnando un discurso de odio: por el dolor y la traición… Este personaje de Shakespeare es inteligente y genial, por eso su actitud me llama la atención. Pero ¿cómo seríamos cualquiera de nosotros en un caso así?”.

En la venganza no se siente mal haciendo sufrir…

“Claro, yo siento que todo eso está. No es una psicopatía tan intelectual. Distorsiona las cosas por el dolor que tiene, y se vuelve muy cruel. Como persona muy inteligente, sabe cómo dañar con las palabras.

“No se esconde un desborde que puede ser éticamente crítico. Luego de matar sin querer a Apolonio, Hamlet le dice a su madre que acaba de hacer algo tan criminal, tan sanguinario… como matar a un rey y que la reina se case con el asesino”.

Hamlet-Multitud, foto de César Dellepianes

Proceso emocional

¿Cómo llegaste a la corporalidad que exhibes en la obra?

“Tuve mucho miedo de encarnar un clásico, una figura casi mitológica. Yo decía, ¿cómo hacemos esto bien? ¿Cómo lo hacemos específico? Y que sea mío, propio, no una copia de otro Hamlet. Lo primero que hice fue estudiar a los grandes actores que lo interpretaron. A mí me sirve mucho ver, observar y absorber.

“Después, trabajé acompañado por la Claudia que, como te contaba, me pedía mucha emocionalidad, mucho dolor, mucha pena, que también es difícil. No es llegar y llorar en el teatro.

Era entender cómo sería su viaje emocional, cómo viajaba su corazón, su alma. Hamlet habla todo el tiempo de su alma. Es muy interesante eso, porque es una persona sensible. Hicimos muchas pasadas de la obra sin público. Entonces tuve la oportunidad de entender muy bien su recorrido”.

Hamlet usa una corona al revés, un disfrute lúdico distinto al placer por el dolor ajeno…

“Sí. Hay una ironía y una falta de respeto al protocolo de la familia real. Entonces, ahí aparece una cosa lúdica, juguetona y corrupta. Mataron a su padre y la mamá ha sido también arrastrada a eso. Hay un dolor fuerte”.

Voces corales

Ahora, ¿cómo unes todo eso con el tema de la multitud?

Hamlet-Multitud habla de amor, traición, muerte, poder, política y sociedad. No se trata solo del dilema de un individuo, sino del desgarro de una comunidad frente a un sistema corrupto encarnado en el rey Claudio.

“Como Hamlet, siento que no estoy hablando solo. Cuando digo esas palabras, hablo en referencia a una comunidad. El coro refleja esa multitud. Siempre se está hablando de un malestar de la comunidad”.

Hay un lenguaje más coloquial cuando en paralelo se escucha el texto original…

“Es el resultado del trabajo de la directora. Ella ha traducido Shakespeare con nosotros y hace que el lenguaje sea más fácil, más accesible. Que se entienda el relato y no quede lejano y difícil de seguir”.

¿Primera vez que interpretas a Hamlet?

“Primera vez, pero este es un proceso que fue bastante largo, porque hicimos una investigación en la U. Católica hace tres años. Trabajamos con el dramaturgo que metió estas intervenciones de la Multitud. Y ahí yo tuve un primer acercamiento”.

¿Qué atributo aportaste tú desde tu visión personal?

“Bueno, yo vengo trabajando con la Claudia hace mucho tiempo, conozco su estilo, su metodología… Mucha disciplina, muchas horas de trabajo, mucho estudio, leer, ensayar todos los días. Con ella se trabaja tiempo completo.

“Lo otro tiene que ver con las herramientas emocionales, la sensibilidad, porque siempre es complejo trabajar con la demanda emocional. Me gusta trabajar con esta directora, porque tiene que ver con el humor, lo lúdico, el trabajo del cuerpo. Claudia dijo: “Vicente, voy a empezar a trabajar en Hamlet ¿quieres trabajar conmigo?” Me tiré de piquero y le dije que sí”.

Hamlet-Multitud, foto de César Dellepianes

Hamlet-Multitud

Dramaturgia: Textos de William Shakespeare y Jonathan Aravena
Dirección: Claudia Echenique
Elenco: Cia. Shakespeare&Co (Vicente Almuna, Camilo Carmona, Ximena Rivas, Willy Semler, Gonzalo Robles, Ignacio Galarce, Consuelo Carreño, Valentina Nassar, Eduardo Vial)

Diseño escénico integral: Cristóbal Ramos, Daniela Portillo
Música: Benjamín del Río, José Tomás Celis
Coro ciudadano: Francisca Flores, Fabián Fica, Sofía Contreras
Coach vocal: Sofía Zagal
Coreografía de combate: Eyal Meyer / Centro Mauna Kalari
Asistencia dirección: Eduardo Vial
Asistente diseño: Eduardo Huanchicay
Realización vestuario: Sergio Aravena
Realización escenográfica: Tobías Díaz
Producción general: Trinidad Urzúa

Teatro UC.
Sala Eugenio Dittborn.
Jorge Washington 26, Ñuñoa.
Miércoles a sábado, 19.00 horas.
Entrada general $ 14.000; súper jueves $ 9.800; personas mayores $ 8.400; estudiantes y personas con discapacidad $ 7.000.
Ticketplus y boletería.
Duración: 110 minutos.
+14.
Hasta el 26 de julio de 2025.