Desde la tarde de este jueves se encuentra internada en el Hospital Militar la viuda del dictador Augusto Pinochet, Lucía Hiriart, debido a un cuadro respiratorio. Su familia ha presentado completo hermetismo sobre el estado de salud que posee la mujer de 93 años.

En conversación con Expreso Bío Bío, Alejandra Matus, autora del libro Doña Lucía, indicó que no se puede entender la figura de Augusto Pinochet ni la intensidad de la Dictadura sin comprender a Hiriart.

“Ahora que esté en el Hospital Militar es el ciclo natural de la vida y tendrá que ocurrir lo que tenga que ocurrir en algún minuto”, dijo.

Agregó que lo más importante para comprender a Lucía es la construcción de Pinochet como dictador ambicioso de poder junto a su crueldad.

“Probablemente Pinochet sin Lucía no hubiera ocupado el primer lugar en esa dictadura, quizás hubiera tenido la oportunidad de mantenerse leal a la corriente constitucionalista que era a la que él adscribía hasta el Golpe de Estado”, señaló.

Añadió que la familia de Hiriart tenía raíces en los convencimientos democráticos donde sus antepasados habían participado en la Revolución Francesa.

“Uno no hubiera esperado de ella que apoyara una dictadura tan feroz como la que condujo su marido. Sin embargo, ella tenía las frustraciones de su generación, una mujer que quiso tener una figuración política pero que estuvo condenada a casarse lo mejor que pudo con un militar que era menospreciado por su familia”, dijo.

Y agregó que Pinochet en los primeros años de matrimonio “no le dio una buena vida” a Hiriart comparando las expectativas económicas que tenía ella.

“Además le puso el gorro tempranamente, entonces todas las ilusiones o fantasías que ella podría haber tenido respecto a este matrimonio se fueron frustrando hasta que Pinochet logra en el gobierno de Allende llegar a la comandancia en jefe del Ejército”, señaló.

Matus precisó que Lucía Hiriart logra cumplir sus sueños de mujer siniestramente en la Dictadura siendo su mejor periodo.

La periodista enfatizó que Hiriart convirtió CEMA en su propio mini reinado y el patrimonio que esta institución acumuló durante la Dictadura no ha sido fiscalizado durante gran parte de esos años.

“Hay 10 años en que CEMA ni siquiera presentó contabilidades ni memoria al Ministerio de Justicia a pesar que es su obligación, de lo contrario debían quitarle la personalidad jurídica. Hay diez años en que ella pudo comprar y vender los bienes de CEMA sin ningún tipo de fiscalización y sin saber qué pasó”, concluyó.

Escucha la entrevista completa realizada por Rayén Araya en Expreso Bío Bío: