El saque de honor en la inauguración del Mundial del pasado jueves, que debía realizar un joven parapléjico enfundado en un exoesqueleto, anunciado como uno de los platos fuertes de la ceremonia, apenas se vio por televisión, por lo que aparecieron críticas por el escaso impacto del momento.
La organización había dado mucha fanfarria a este acto, que debía publicitar el proyecto liderado por el neurocientífico brasileño Miguel Nicolelis y mostrar al mundo la capacidad científica y tecnológica de Brasil.
El sitio del Mundial del gobierno brasileño creó expectación describiendo cómo el exoesqueleto motorizado permitiría a una persona con parálisis “pararse de su silla de ruedas, caminar por unos 25 metros en la cancha y dar la primera patada de la Copa del Mundo”.
Pero en la realidad, fue menos espectacular.
El parapléjico Juliano Pinto, de pie gracias al traje metálico que rodeaba su cuerpo y asistido por algunos hombres a su lado, dio un pequeño toque a una pelota detenida en frente de él.
Todo duró unos escasos tres segundos, apenas fue transmitido por la televisión y dejó a muchos espectadores decepcionados, como lo señalaron a través de comentarios en la red social Twitter.
“El concepto era genial pero lo que vimos de la patada del exoesqueleto fue decepcionante”, escribió @quepasanene.
“Estaba esperando algo grandioso, pero infelizmente apenas lo pudimos ver”, coincidió @filipemalafaia.
Nicolelis, él mismo un ávido usuario de las redes sociales donde divulga su investigación, recurrió a Twitter para defender la presentación y emitir sus descargos culpando a la FIFA por cortar parte de ésta.
“La FIFA debe responder por haber editado las imágenes, lo que impidió que la presentación pudiera apreciarse totalmente”, escribió.
Pero un vocero del proyecto reconoció más tarde que todo había sido transmitido.
“Sólo fue una patada. Todo lo que ocurrió fue mostrado”, declaró a la AFP Caroline Devide, del equipo de comunicaciones del proyecto. “No dio ningún paso”, añadió.
La congresista tetrapléjica brasileña Mara Gabrilli dijo que la presentación fue decepcionante para las víctimas de parálisis.
“(Nicolelis) no entregó lo que había prometido y engañó a muchos pacientes”, dijo al diario O Estado de Sao Paulo.
Pero Pinto, de 29 años y víctima de un accidente de tránsito, dijo que la experiencia fue “extraordinaria”.
“Han pasado siete años desde que mi médula se dañó, sin que pueda mover las extremidades. Después de todo eso poder ser capaz de tener control sobre ellas, de manejar el movimiento de mis pies… El exoesqueleto me devolvió eso, me trajo de vuelta el movimiento que perdí”, dijo al sitio de noticias G1.
Nicolelis publicó en Twitter un vínculo a esa entrevista, diciendo: “¡Ésa es la opinión que cuenta!”.