Un reciente estudio realizado por Editorial Santillana Chile, demostró que el uso de las tablets en los colegios de nuestro país debe ir acompañado de una serie de mejoras tanto tecnológicas como educativas. Dentro de las conclusiones, se demostró que las metodologías de enseñanza con materiales tecnológicos deben ir de acuerdo en la creación de propuestas educativas motivadoras, sostenibles y desafiantes para los alumnos, además de acompañados de una buen soporte profesional para mejorar las competencias.
Este estudio, realizado en el marco del proyecto Santillana Compartir sobre el uso de tecnologías en la sala de clases, y cuyas conclusiones fueron realizadas con conjunto con la Unesco, se define como el conocimiento sobre herramientas educativas con tics que poseen los establecimientos educacionales, profesores y las que son usadas con sus alumnos.
“Este estudio se concentró en dilucidar el aporte de usos de tecnologías en las salas de clases, específicamente el uso de las tablets”, comenta Marcelo Cárdenas, director de Investigación e Innovación de Editorial Santillana.
En el proceso de este estudio, se entrevistaron a más de cien profesores, quienes dictan distintas cátedras de los colegios estudiados. El 51% se autodefinió como un usuario normal, mientras que el 37,3% se catalogó como un usuario bueno o experimentado y seguro. Al comparar las respuestas de hombres y mujeres, es posible percibir que la gran mayoría de las mujeres profesoras (69,3%) se autodefinen como principiantes en tecnología o usuarias normales, mientras que entre los hombres un 46,7% se ubica en estas categorías.
La mayoría de ellos respondió que usa las tecnologías de la información en apoyo docente en temas relacionado como proyección de imágenes y videos como soporte visual para presentaciones en materias de clases.
En tanto, respecto al uso de la tablet por alumnos, se detectó que un 34% presta más atención en clases y la mayoría reconoció que la usa para jugar y navegar por internet.
En un principio, los estudiantes destacaron que el uso del dispositivo les resultó fácil, debido a la relación que tenían anteriormente con tabletas, o al menos con algún otro tipo de TIC similar.
Sin embargo y a pesar de estas evaluaciones positivas sobre los aportes del dispositivo al trabajo en el aula, un 34,8% de los alumnos encuestados dijo estar muy de acuerdo con que al usar la tableta electrónica en clases prestaba más atención en el aula, mientras que el 63% dijo no estar en contra del uso de la tableta.
“Tener tecnologías asociadas principalmente al mundo del ocio y la entretención en la sala de clases no generaron una mejora en la concentración en clases, provocaron más desconcentración en los alumnos, debido a que no tenían competencias o habilidades para hacer un trabajo educativo en las salas de clases con este dispositivo electrónico”, comentó Marcelo Cárdenas.