El primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk acusó este viernes a Rusia de querer lanzar “una tercera guerra mundial” apoyando a la insurrección separatista en el este de Ucrania y pidió a la comunidad internacional que “se una contra la agresión rusa”.
“Los intentos de agresión del ejército ruso en el territorio de Ucrania provocarán un conflicto en el territorio de Europa. El mundo no ha olvidado la Segunda Guerra Mundial y Rusia quiere lanzar una tercera guerra mundial”, declaró en el Consejo de Ministros.
“El apoyo de Rusia a los terroristas en Ucrania constituye un crimen internacional, y pedimos a la comunidad internacional que se una contra la agresión rusa”, añadió.
Paralelamente el presidente Barack Obama dio a conocer que Estados Unidos consultará a los principales dirigentes europeos sobre posibles nuevas sanciones contra Rusia.
Obama precisó que quería coordinar un enfoque común con sus aliados europeos, dado que Estados Unidos llegó a la conclusión de que Rusia no había hecho nada para aplicar el acuerdo firmado la semana pasada en Ginebra sobre la crisis ucraniana.
Recordemos que Ucrania está dispuesta a proseguir con su ofensiva militar contra los prorrusos instalados en el este del país, activamente apoyados por Moscú y calificados como terroristas, según denuncian desde el régimen interino que se instaló en la ex república soviética tras los disturbios que sacaron del poder al jefe de Estado Viktor Yanukovich, prófugo ahora en Rusia.
El jueves los vehículos blindados del ejército ucraniano lanzaron un asalto contra el bastión rebelde instalando en Slaviansk, dando muerte a 5 separatistas. Frente a esta ofensiva ucraniana, Rusia amenazó con una intervención militar para defender sus intereses y los de la población de origen ruso en la región. Además, Moscú lanzó maniobras militares, que implicaban a su aviación, a lo largo de la frontera ucraniana.
La respuesta desde occidente.
Washington no tardó en reaccionar y acusó a Moscú de “no haber tomado la menor iniciativa” para aplicar el acuerdo de Ginebra, suscrito para reducir la tensión en Ucrania, según denunció el secretario de Estado John Kerry el jueves por la noche.
“Es un error que puede costar caro”, dijo Kerry, quien también acusó a Rusia de “realizar desmesurados esfuerzos para sabotear el proceso demócrático mediante una grosera campaña de intimidación” en Ucrania.
A las palabras de Kerry respondió este viernes su homólogo ruso Serguei Lavrov, quien acusó a Estados Unidos de difamar a quienes protestan contra las “acciones ilegales de las autoridades de Kiev”, que a su parecer tienen como objetivo excluir a los rusos y considerarlos como enemigos que hay que matar.
Todo este conflicto ha derivado en sanciones internacionales adoptadas contra Rusia, que ya han provocado la salida de 70.000 millones de dólares en capitales.