Esta semana comenzó a circular en los medios de comunicación una información que dejó helados a los fanáticos de Red Hot Chili Peppers: aparentemente, la música de la banda californiana fue utilizada para torturar a los prisioneros del Campo de Detención de Guantánamo.
Lo anterior se supo tras la filtración de parte del reporte de la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, que aún permanece clasificado, el cual detalla las prácticas de interrogación usadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) a los acusados de terrorismo luego del fatídico 11 de septiembre de 2001.
“Entre las técnicas usadas para torturar a los sospechosos de ser terroristas estaba la exposición repetida a (la música de) la banda californiana”, señaló el medio New Musical Express (NME).
La información fue confirmada por oficiales estadounidenses a la cadena árabe Al Jazeera, a la que anónimamente revelaron detalles sobre las técnicas aplicadas.
En este contexto, comentaron un segmento específico del reporte en el que se señala que uno de los sospechosos, llamado Zayn al-Abidin Muhammad Husayn Abu Zubaydah, fue confinado a una habitación oscura en la que -entre otras técnicas de tortura- fue obligado a escuchar canciones de RHCP entre mayo y julio de 2002.
“El reporte también revela el hecho de que Abu Zubaydah fue metido en un cajón para mascotas y encadenado por las muñecas al techo de su celda”, agregó NME.
Junto con los cuestionamientos de los que podría ser objeto la CIA tras la filtración de estos documentos, otro aspecto que podría jugarle en contra es una eventual demanda de la banda tras “Under The Bridge”.
Sobre todo, considerando que ya hay precedentes en esta materia: a principios de año, la banda industrial Skinny Puppy interpuso una demanda por 666 mil dólares (362 millones de pesos chilenos) al gobierno estadounidense, luego de enterarse que su música había sido usada como mecanismo de tortura en Guantánamo.