El diseñador francés Christian Lacroix, que dejó de desfilar en la semana de la alta costura de París en 2009 tras la quiebra de su casa de moda, regresa el lunes a las pasarelas parisinas con una colección única para la firma italiana Schiaparelli.

La presentación del modisto francés será uno de los momentos fuertes de los desfiles de alta costura para la primavera y el verano de 2014, que arrancan el lunes tras cinco días de colecciones de moda masculina, que terminan el domingo por la noche con la de Hedi Slimane para la casa Yves Saint Laurent.

Lacroix, que en diciembre de 2009 fue obligado a dejar la casa de moda que aún lleva su nombre por problemas económicos, que le obligaron a declararse en suspensión de pagos, rendirá con esta colección un tributo a la creadora italiana Elsa Schiaparelli, que murió en 1973 a los 83 años.

El modisto nacido en Arles, sur de Francia, cuyos vibrantes colores llenos de luz y sol han inspirado siempre sus creaciones, ha diseñado 18 piezas en homenaje a “Schiap”, la audaz costurera iconoclasta y chic, que colaboró con artistas como Salvador Dalí y Jean Cocteau, y que fue la gran rival de la francesa Coco Chanel, otra figura extraordinaria de la moda.

“Quiero volver a colocar a Elsa en el centro de su casa de moda con la que sedujo el mundo”, explicó el talentoso modista, unos días antes de la presentación de esta colección.

El desfile, que en un principio iba a tener lugar en la dirección histórica de la casa italiana, en el número 21 de la Plaza Vendôme, donde Elsa Schiaparelli se instaló en 1935, se celebrará en el museo de Arte Decorativo de París, donde Christian Lacroix fue ovacionado en julio del 2009, tras presentar su último desfile de alta costura.

El francés, que un mes antes de ese desfile se había declarado en suspensión de pagos, ha estado ausente de las pasarelas parisinas desde entonces.

En diciembre de 2009, el tribunal de Comercio francés lo obligó a cerrar el departamento de alta costura de su casa, que fundó en 1987 con financiamiento del grupo mundial de lujo LVMH.

La casa Christian Lacroix fue adquirida en 2005 por el grupo estadounidense Falic y desde junio de 2009 estaba bajo administración judicial por decisión del tribunal, que evitó la liquidación total con un plan de rescate de sus propietarios.

Y Lacroix, que en vano había buscado un comprador que le permitiera no cerrar sus talleres, abandonó la moda, consagrándose en los últimos cuatro años a diseñar el vestuario de varias óperas y ballets y trabajando también en la renovación de hoteles.

Su esperado regreso a la alta costura será breve, según adelantó el modista al diario Le Monde.

“No tengo deseos de regresar definitivamente a la industria de la moda”, declaró Lacroix al diario francés, señalando que busca conservar “una mirada lejana” sobre ese mundo lleno de altibajos.

El desfile de la casa italiana Versace el domingo por la noche y la presentación de la colección de Lacroix para Schiaparelli el lunes por la mañana abrirán cuatro intensos días de pasarelas.

Los defiles concluyen el jueves, tras la presentación de casas históricas como Dior y Chanel, y de creadores jóvenes, como el brasileño Gustavo Lins (ateliergustavolins), que es ya miembro titular de la alta costura, el martes, y en el calendario “off” el venezolano Oscar Carvallo.

Otro plato fuerte de estos desfiles será el de Karl Lagerfeld para Chanel, que se celebrará 100 años después de que Gabrielle Chanel abriera su primera tienda en Deauville, Normandía, en el norte de Francia, en el verano de 1913.