Por segunda vez fueron paralizadas las obras en el templo por no contar con un proyecto que cuente los los antecedentes básicos. Esto en base a documento del Consejo de Monumentos Nacionales dirigido al director de Obras de Providencia. Pero siguen trabajando a vista y paciencia de quien quiera verlos.

El templo, construido en 1890 en base a diseño de Eduardo Provasoli, fue declarado Monumento Nacional en 1989. Para el terremoto de 1985 tuvo daños que fueron reparados por el mismo arquitecto que está haciendo los trabajos para arreglar los daños del sismo de 2010.

Hasta aquí, no hay problemas. Pero el 2010 los daños que tuvo la Divina Providencia fueron uno de los símbolos de lo acorrido en Santiago: tuvo daños mayores en su torre, en especial en la coronación de ésta. Y aquí surge una primera duda: ¿fueron adecuados los trabajos posteriores al terremoto de 1985? ¿Hay un diagnóstico de daños y explicaciones de éstos?

Lo concreto es que se está interviniendo en forma mayor la torre del templo y se está haciendo sin respetar las leyes. Es más, las obras se han paralizado en dos oportunidades, la última el 12 de abril recién pasado. Esta última por la gran estructura metálica instalada sobre la torre que no cuenta con un proyecto aprobado, ya que los presentado era absolutamente insuficiente.

Desde el viernes pasado han vuelto a trabajar, y hoy en la mañana era evidente, desde abajo, que estaban trabajando en la estructura metálica.

¿Hay que dejar hacer?

Lo primero es exigir igualdad ante la ley, es decir que se trabaje en base a un proyecto aprobado de ingeniería, en particular si consideramos que este es un templo en uso, que no pocas veces se llena de fieles. Este es un tema de seguridad.

Otro tema es que muchos Monumentos Nacionales están construidos con técnicas hace mucho tiempo en desuso, por lo que pocos profesionales tienen un conocimiento profundo para intervenir en ellos. Pero además las técnicas de construcción eran muy artesanales, por lo que se requieren diagnósticos muy exhaustivos y específicos para lo que se quiere hacer. Es fundamental que los proyectos -ingeniería y restauración- sean vistos y aprobados por el Consejo de Monumentos Nacionales donde los revisarán diversos profesionales, y por otros si se considera necesario.

Finalmente, estamos frente a un edificio muy importante para la identidad de Providencia, a un Monumento Nacional, y eso requiere un particular cuidado. El Municipio y la comunidad debieran ser más activos.

Las instituciones involucradas

Otro aspecto relevante es que aquí se están pasando a llevar –y se están dejando pasar llevar- instituciones muy importantes, como es el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), la principal instancia de protección del Patrimonio y cuyas ordenes de paralización de obras simplemente no son acatadas.

También está la Municipalidad de Providencia, que es la que otorga los permisos de construcción –que en este caso tiene que contar con el permiso especial del CMN- y debe fiscalizar que éstos se cumplan. Y también es quien debe paralizar las obras y velar por que esto se cumpla. En especial si estas obras están financiadas por el propio Municipio de Providencia, como es el caso.

Y en el otro lado está el Arzobispado de Santiago, propietario del templo, que debiera ser particularmente cuidadoso en respetar las leyes y que debiera saber que el Patrimonio requiere de otro manejo. Y debiera dar el ejemplo, ya que posee un Patrimonio cultural –construido, físico e intangible- invaluable y porque debieran tener un conocimiento acumulado sobre él.

Ahora es de esperar que las instituciones funcionen…

Consejo de Monumentos Nacionales

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