Al menos 13 policías murieron en enfrentamientos con hombres armados que el jueves en la noche atacaron la cárcel de Tikrit, en el norte de Irak, y un centenar de detenidos huyeron del lugar.

El ataque no fue reivindicado, pero en julio el Estado islámico de Irak (ISI) había anunciado su intención de atentar contra fiscales y liberar a sus miembros encarcelados.

“Trece policías murieron en el ataque y 34 resultaron heridos”, indicó una fuente del hospital de Tikrit, ciudad natal del ex presidente Sadam Husein, a unos 160 kilómetros al norte de Bagdad.

Unos 83 prisioneros aprovecharon la situación para fugarse, indicó el viernes el gobernador adjunto de la provincia de Salahedin en declaraciones a la agencia AFP.

Los insurgentes habían tomado el control del edificio el jueves en la noche, luego de que un kamikaze estrellara su auto bomba en la entrada de la prisión para penetrar en el recinto.