Cinco personas, cuatro de ellas policías y soldados, perecieron el miércoles en varios ataques contra las fuerzas de seguridad iraquíes, se supo en fuentes de la seguridad y médicas.

Dos bombas colocadas al borde del camino, a unos 60 km al sur de Bagdad, mataron a un teniente coronel de la policía, a otros dos agentes y a un civil, según un responsable del servicio de prensa de la policía en la provincia de Babilonia y un médico del hospital de Hilla.

Otros dos policías resultaron heridos.

Cerca de Balad, al norte de Bagdad, un policía murió y otro quedó herido por la explosión de una bomba colocada al borde de la ruta, cerca de un puesto de control, según un oficial de la policía y una fuente médica.

Las violencias siguen siendo frecuentes en Irak, sumida desde hace meses en una grave crisis política y en medio de fuertes tensiones confesionales.