Un convoy de observadores desarmados de la ONU fue atacado el domingo, pero no hubo heridos, dijo el lunes a la prensa el secretario general del organismo, Ban Ki-moon.

El jefe de la misión de observadores, “el general (Babacar) Gaye y su equipo fueron tomados de blanco en dos ocasiones: nadie resultó herido en estos ataques gracias al blindaje de los vehículos de la ONU”, afirmó Ban en una rueda de prensa.

Un portavoz de la ONU había anunciado que el convoy había sido alcanzado por disparos de armas livianas cerca de Homs (centro de Siria), sin precisar si se trató de un ataque del ejército regular.

Ban precisó que el ataque se produjo en el marco de las “actividades de control y verificación” que la Misión de la ONU (Misnus) continúa realizando, de manera muy limitada.

Desde el 15 de junio, los observadores debieron suspender lo esencial de sus operaciones, a causa del incremento de la violencia en el país.

El general Babacar Gaye afirmó el lunes que se registró “un ataque intenso” y daños en las ciudades de Homs y Rastane en el centro del país.

Según un portavoz del departamento de operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, el convoy de cinco vehículos de la Misnus en el que circulaba el general Gaye fue objeto de “disparos de armas livianas” cuando circulaba entre Homs y Arsthan.

El jefe de la ONU se declaró “extremadamente preocupado por el bombardeo y la utilización de otras armas pesadas contra civiles en Alepo”. Ban llamó a las “partes en conflicto a respetar sus obligaciones en el marco del derecho internacional humanitario” y los invitó “perentoriamente a dar prueba de cautela y evitar nuevos baños de sangre”.

Además reiteró su preocupación sobre las armas químicas en Siria. “Llamo al gobierno a renunciar a la posibilidad de hacer uso de esas armas, cualesquiera sean las circunstancias y a garantizar la seguridad de las reservas” de que dispone.