Los dirigentes palestinos esperan el apoyo de la Liga Árabe para exigir una investigación internacional sobre la muerte de Yaser Arafat, tras descubrirse en sus efectos personales cantidades anormales de polonio, lo que apoya la tesis de un envenenamiento.

Túnez, donde vivió el jefe histórico palestino entre 1982 y 1994, antes de radicarse en los Territorios Palestinos, apoyó esta reivindicación el jueves, exigiendo además una reunión urgente de los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe.

“Esperamos (…) que se organice la reunión. Luego pediremos la formación de una comisión de investigación internacional similar a la creada después del asesinato (en 2005) del ex primer ministro libanés Rafic Hariri para que podamos contestar a todas las preguntas que no han tenido respuesta”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al Malki.

“Queremos mostrar que la Autoridad, la dirección y el pueblo palestinos están impacientes por conocer todos los detalles de la muerte de Arafat”, aseguró el canciller a la radio oficial Voz de Palestina, un día después de la autorización del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, para que se realizara un análisis de su cadáver.

En El Cairo, el secretario general adjunto de la Liga Árabe, Ahmed ben Helli, indicó que se estaban realizando consultas para fijar una fecha para la reunión urgente, según la agencia egipcia Mena.

El Institute for Radiation Physics de Lausana (Suiza), que analizó muestras biológicas extraídas de los efectos personales de Arafat, entregados a su viuda por el hospital militar francés de Percy, donde murió el 11 de noviembre de 2004, descubrió allí “una cantidad anormal de polonio”, según un documental difundido el martes por el canal de televisión Al Jazeera.

El polonio es una sustancia radioactiva extremadamente tóxica que fue utilizada para envenenar en 2006 en Londres a Alexander Litvinenko, un ex espía ruso que se había convertido en opositor al presidente Vladimir Putin.

El principal médico tunecino de Arafat dijo el jueves a la AFP estar “dispuesto” a colaborar con una investigación internacional para determinar la causa de la muerte del líder palestino. Sin embargo, se negó a comentar las revelaciones de Al Jazeera.

El martes, Suha Arafat, la viuda de Yasser Arafat, que se había opuesto a que se realizara una autopsia después de su muerte, anunció a la AFP que iba “a enviar inmediatamente una carta oficial al laboratorio suizo que realizó los examenes para autorizar la toma de muestras de los restos del mártir Arafat para verificar los resultados”.

El sobrino del difunto, Naser al Qidwa, otro representante de la familia cuyo consentimiento es necesario, no ha hecho declaraciones oficiales por el momento.

Por su parte, la principal autoridad musulmana palestina, el muftí Mohamad Husein, declaró a la AFP que ninguna regla religiosa prohíbe la exhumación del cadáver de Arafat, que yace en un mausoleo en la sede de la presidencia, en Ramala.

En un editorial titulado “nuestro pueblo tiene derecho a saber”, el diario palestino Al Qods subraya que dicho documental “suministra más preguntas que respuestas sobre los autores del asesinato”. Las causas de su muerte nunca fueron aclaradas.

“La pregunta más importante es: ¿Israel hubiera podido cometer ese crimen solo, sin la ayuda de sus colaboradores (palestinos)? ¿O sin un fallo flagrante de las medidas de seguridad destinadas a proteger al presidente?”, interrogó este periódico.