Un muerto y al menos 8 heridos es el saldo de choques registrados este jueves entre indígenas y policías en un poblado del suroeste de Bolivia, donde los lugareños mantienen cinco rehenes exigiendo la expulsión del país de una filial de la minera canadiense South American Silver, informó una fuente de la Defensoría del Pueblo.

“Hay una persona fallecida, tenemos cuatro originarios que están con heridas de importancia, también entendemos que hay (…) cuatro uniformados de la policía que han sufrido algún tipo de lesión y que hay un policía retenido allá”, dijo René Arroyo, defensor del Pueblo de Potosí (suroeste del país), a la red de televisión Bolivisión.

Reporteros de la radio católica Pio XII identificaron a la víctima como José Mamani, de 45 años de edad, residente de un poblaco cercano a Mallku Khota, en Potosí, donde los indígenas mantienen secuestrados a cinco personas, todos funcionarios bolivianos de la mina gerenciada por la firma canadiense.

Los choques se habrían producido cuando una comitiva oficial, encabezada por el ministro de Trabajo, Daniel Santalla, había concertado una reunión con los dirigentes indígenas para discutir la liberación de los rehenes.

Los enfrentamientos se produjeron en una localidad ubicada a 550 km al suroeste de La Paz, en el departamento de Potosí, en cuya jurisdicción se encuentra la disputada mina de Mallku Khota.

Los indígenas exigen la salidad del país de la compañía canadiense, que tiene previsto invertir 50 millones de dólares hasta 2014 para concluir la fase de exploración de plata e indio, utilizado como semiconductor y en pantallas de cristal líquido, para hacerse cargo ellos mismos del proyecto minero.

Los manifestantes “se encontrarían apostados en las cumbres de los cerros” en grupos de 50 comunarios, “algunos con fusiles máuser, escopetas y dinamita”, denunció antes de los enfrentamientos el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez.

La filial de la minera canadiense tiene desde 2007 la concesión de la mina, donde estima que existen entre 140 y 230 millones de onzas de plata y entre 935 y 1.480 toneladas de indio.

Hasta ahora los indígenas desoyeron invocaciones para dejar en libertad a los rehenes expuestas por una delegación oficial, integrada por autoridades de la Gobernación de Potosí, del Defensor del Pueblo, de Derechos Humanos y de la Fiscalía, además del comandante regional de Policía.

La disputa por el control de la mina para explotarla provocó choques entre indígenas y mineros privados en los últimos meses.