El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió este sábado el fin de la dependencia estadounidense de fuentes de energía del extranjero y de los subsidios multimillonarios que reciben cada año las compañías petroleras.
“Lo que no podemos hacer es seguir dependiendo de otros países para (cubrir) nuestras necesidades energéticas”, dijo Obama en su discurso semanal por radio e internet.
“En Estados Unidos controlamos nuestro propio destino”, continuó. “Esa es, por tanto, la opción que enfrentamos, el pasado o el futuro”.
Los comentarios se producen en un momento en que el presidente encara crecientes críticas por parte de los republicanos, que lo acusan de una política energética que ha hecho aumentar los precios de los combustibles.
La Asociación de Automóvil de Estados Unidos (AAA) predice que los precios de la gasolina podrían subir en todo el país hasta alcanzar una media de 4,35 dólares el galón (3,8 litros) en mayo, frente a los 3,83 dólares que cuesta en la actualidad.
Entre 1998 y 2004, los precios se situaban entre 1 y 2 dólares.
Dado que el 76% de los estadounidenses manejan para ir a trabajar y que ir al supermercado supone a menudo tomar el auto hasta el centro comercial más cercano, los precios de la gasolina son una cuestión clave, especialmente en un año de elecciones presidenciales.
El presidente recordó que los precios de los combustibles dependen mucho de factores externos que están fuera del control de Estados Unidos.
“Los disturbios en Medio Oriente pueden afectar el suministro global de petróleo”, añadió. “Los autos que se suman a la carretera en naciones en desarrollo como China o India aumentan la demanda”, explicó.
El presidente también solicitó que se ponga fin a las exenciones de impuestos de casi 4.000 millones de dólares anuales que reciben las compañías petroleras.
“En las próximas semanas, espero que el Congreso vote para poner fin a esos subsidios”, afirmó. “Y cuando lo hagan vamos a poner a cada miembro del Congreso en la lista: pueden ponerse del lado de las compañías petroleras o del lado del pueblo estadounidense”, advirtió.