Los mineros informales de la región peruana de Madre de Dios suspendieron este viernes una huelga que llevaba cinco días, tras reunirse con ministros y acordar una mesa de diálogo para hallar una solución definitiva al sector.

“Hemos tomado la decisión de suspender la huelga mientras duren las negociaciones”, dijo a la prensa el presidente de la Federación Minera Artesanal de esa región, Luis Otzuka.

Sostuvo que si las negociaciones “llegan a buen puerto” se decidirá levantar definitivamente la medida de fuerza. En caso contrario “tomaremos nuevas medidas”, advirtió.

Según Otzuka, el gobierno se comprometió a que el lunes viajará a Madre de Dios una comisión de alto nivel del Ejecutivo, presidida por el Ministerio de Ambiente, para dialogar con los dirigentes mineros.

Los líderes mineros informales y autoridades de Madre de Dios (sudeste) llegaron a Lima el viernes para reunirse con el primer ministro, Oscar Valdés, el ministro de Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, y el de Energía y Minas, Jorge Merino, en busca de una solución.

El encuentro fue el primero entre ambas partes desde que el lunes se declaró en esa región fronteriza con Bolivia y Brasil una huelga indefinida en rechazo a decretos del gobierno que criminalizan la actividad minera ilegal y cuya derogatoria reclaman los huelguistas.

La delegación la encabezó Otzuka y el presidente de la región, Luis Aguirre, que viajaron luego de que Valdés los convocara al diálogo en Lima.

En Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, 1.100 km al sudeste de Lima, el comercio funcionaba normalmente según los reportes de las radios tras una marcha en días previos de unos 5.000 mineros por la ciudad.

En febrero pasado el gobierno aprobó un decreto que incorporó al Código Penal el delito de minería ilegal, con sanciones de hasta 10 años de cárcel.

Esa norma busca hacer frente a la actividad minera extractiva que depreda el medio ambiente y actúa al margen de cualquier autorización, según el gobierno.

La región Madre de Dios es el epicentro desde hace años de una “fiebre del oro” que atrae a cientos de mineros informales en busca de pepitas del metal precioso.

La Federación asegura que sus miembros se oponen a la minería ilegal que se practica en zonas de reservas naturales y que involucra a unas 20.000 personas, lo que constituye un problema social.

El gobierno otorgó un plazo de 12 meses a los mineros informales para que se adecuen a normas ambientales o dejen esa actividad.

Según el gobierno, suman 30.000 las hectáreas de bosques en la selva de Madre de Dios devastadas por la minería ilegal por el mercurio de los mineros que contamina ríos y tierras.