Una reciente decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos obligó a la policía federal a desactivar varios de los numerosos sistemas de posicionamiento global (GPS) que utilizaba en el marco de sus investigaciones, indicó el director del FBI Robert Mueller.

“No puedo dar cifras, pero tuvimos que desactivar un número significativo de GPS”, dijo Mueller el miércoles, ante una comisión de la Cámara de Representantes. Un funcionario del FBI indicó recientemente, durante una conferencia, que el FBI tenía 3.000 GPS.

A fines de enero, la Corte Suprema tomó una decisión que limita el derecho de la policía a utilizar los sistemas de posicionamiento global, al rechazar una apelación del gobierno y fallar que la policía debe obtener un mandato que autorice la supervisión de un sospechoso a través de un GPS, para no violar el derecho a la vida privada.

“Eso tendrá un impacto sobre el trabajo que realizamos”, dijo Mueller. “El GPS nos evita con frecuencia hacer una vigilancia física”, añadió.

“Desplegar un equipo de vigilancia física de seis, ocho o doce personas ocupa mucho de nuestro tiempo”, dijo, al estimar que esta decisión de la justicia prohibiría la utilización del instrumento “en numerosos casos de vigilancia en el que era extremadamente útil”.

En su decisión del 23 de enero, la Suprema Corte decidió, por unanimidad, que de no contar con un mandato judicial, la utilización por parte de las fuerzas del orden de un GPS para vigilar los movimientos de un vehículo es equivalente a una “intrusión” a la vida privada, lo que viola la Constitución.