El líder opositor venezolano Leopoldo López, que fue habilitado políticamente por la justicia interamericana, lanzó este sábado su campaña de cara a las elecciones presidenciales de 2012, en las que el mandatario Hugo Chávez aspira a ser reelecto para un tercer mandato.

“Hoy ante Venezuela le digo (presidente Chávez) que tengo el firme propósito de derrotarlo por la vía electoral el 7 de octubre de 2012″, dijo López, un economista de 40 años, ante centenares de seguidores aglomerados en su feudo de Chacao, un municipio de Caracas del que fue alcalde.

“Asuma su condición de candidato en igualdad de condiciones y asuma la habilitación que me corresponde por derecho y justicia”, agregó el líder del partido Voluntad Popular (centro-derecha), una figura popular de la oposición.

Desde que la semana pasada la Corte Interamericana de Derechos Humanos avaló su derecho a inscribirse como candidato al declarar inválida su inhabilitación de 2005, López regresó con ímpetu a la primera línea de la política nacional.

El gobierno de Chávez, que arremetió contra la Corte por emitir un fallo motivado por razones “políticas”, dejó por su parte en manos del Tribunal Supremo de Justicia su acatamiento.

Pero López no ha querido esperar la decisión del máximo tribunal y este sábado dio el primer paso de su campaña, al confirmar que concurrirá en las primarias de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática, que se realizarán en febrero de 2012 para elegir a un candidato único que enfrentará a Chávez.

Junto a López, en estos comicios podrían competir una decena de políticos opositores que pese a ser rivales mantienen “una extraordinaria relación” y “trabajan en equipo” con el objetivo común de derrotar a Chávez, afirmó.

López fue inhabilitado en 2005 por la Contraloría General para postular a cargos de elección popular tras ser acusado de corrupción por este organismo supervisor de las finanzas públicas.

El líder opositor siempre ha negado los cargos y alega que nunca fue sometido a juicio por los tribunales venezolanos.

Chávez, que culminó esta semana el cuarto ciclo de quimioterapia por un cáncer que le fue diagnosticado en junio, sigue gozando, 12 años después de su llegada al poder, de una popularidad cercana al 50% entre los venezolanos.