El jurado de la sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes, presidido por el director serbio Emir Kusturica, decidió el sábado otorgar su primer premio ex aequo a las películas “Arirang”, del coreano Kim Ki-Duk, y “Detenido en plena vía”, del alemán Andreas Dresen.

El director de “Arirang”, un filme que es un autorretrato filmado como un exorcismo destinado a curarlo de una falta de inspiración, cantó en la escena del teatro Debussy de Cannes, donde recibió su premio, la melancólica canción folclórica sobre la naturaleza que interpreta en su película.

Kim Ki-Duk, quien ganó antes premios en los festivales de Venecia y Berlín por “3-Iron” y “Samaritan Girl”, revela en “Arirang” que una de las actrices de su drama “Dream” (2008) casi muere mientras estaban filmando una escena en la que su personaje se ahorca.

El antaño prolífico director dice en “Arirang” que logró salvar a su actriz, pero que este accidente casi fatal y una serie de “traiciones” de algunos colegas le causaron una depresión que lo paralizó durante algún tiempo.

“Yo estaba anonadado, dormido y Cannes me ha despertado. Esta película es una manera de interrogarme sobre mí mismo y sobre lo que el cine representa para mí. Agradezco mucho que le hayan prestado atención a mi película”, dijo al presentarla, recibiendo una larga ovación.

De su lado el alemán Andreas Dresen, quien ya había sido premiado en 2008 en “Una cierta mirada”, declaró su “emoción” al recibir el premio. Su película, “Detenido en plena vía”, cuenta la historia de un joven al que le descubren un tumor en fase terminal.

“Nuestra película agarró todo ese dolor y lo metió en una botella que arrojó al mar, sin saber adonde iba a llegar, pero Cannes la recibió en sus playas”, dijo.

Al otorgar los premios, Emir Kusturica explicó que había aceptado presidir el jurado como “un gran honor, porque yo, que he venido a Cannes en los últimos 25 años y crecido en el concurso oficial, jamás había visto una película de las seleccionadas en ‘Una cierta mirada’, realmente una buena sección, con filmes donde hay búsquedas formales”.

El jurado otorgó también el premio al mejor director al iraní Mohamad Rasulof por su película “Be Omid é didar” (Hasta la vista) recibido en nombre suyo por su esposa.

Mohamad Rasulof, de 37 años, condenado a seis años de cárcel en diciembre de 2010, al mismo tiempo que su compatriota Jafa Panahi, de 50 años, fue autorizado el martes por las autoridades iraníes a salir del país.

Rasulof se encontraba bajo arresto domiciliario por propaganda hostil al régimen. Jafar Panahi sigue por su parte detenido en su residencia de Teherán.