La alcaldía de Nueva York está presionando a los restaurantes y la industria alimentaria para que reduzcan el uso de la sal, en el marco de una campaña nacional para limitar las muertes prematuras debidas a la alta presión.

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El departamento de Salud de la ciudad planteó el lunes la meta de reducir en 25% el consumo de sal en 25 años, lo que se supone reducirá muchas muertes prematuras.

Los estadounidenses consumen a diario el doble de sal de la cantidad máxima recomendada, la mayor parte en comidas preparadas, lo cual “causa una generalizada alta presión y aumenta el riesgo de un ataque cardíaco o un derrame cerebral entre millones de personas”, aseguró el Departamento.

Aproximadamente 23.000 personas mueren por año en la ciudad de Nueva York por ataques cardíacos o derrames cerebrales y más de 800.000 en todos el país, añadió.

“Los consumidores siempre pueden agregar sal a los alimentos, pero no pueden eliminarla”, señaló el director del Departamento de Salud de Nueva York, Thomas Farley.

“Si logramos reducir los niveles de sodio en los alimentos empaquetados y en los restaurantes, le daremos a los consumidores más opciones sobre la cantidad de sal que ingieren, y reduciremos el riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales”, agregó.