4 personas murieron y más de 300 fueron detenidas el domingo en manifestaciones antigubernamentales en Teherán, señaló el jefe-adjunto de la policía iraní, Ahmad Reza Radan, en la televisión oficial.
Ahmad Reza Radan, sin embargo, desmintió implícitamente que las muertes estuvieran vinculadas con la represión de las fuerzas de seguridad.
“Una (de las víctimas) murió al caer de un puente, 2 otras en un accidente de coche y otra murió por bala”, indicó Radan.
“Como la policía no utilizó armas de fuego, (este fallecimiento) es sospechoso y una investigación está en curso”, añadió.
El jefe-adjunto de la policía iraní indicó por otra parte que “más de 300 personas han sido detenidas” en las manifestaciones del domingo.
Decenas de miles de opositores que llegaron en pequeños grupos confluyeron repentinamente en varios puntos de la avenida Enghelab, aprovechando las procesiones previstas por el Ashura -día de luto chiíta que conmemora la muerte de Husein, nieto de Mahoma-, según testimonios concordantes recogidos por la AFP.
Los manifestantes tomaron a veces por sorpresa a las fuerzas del orden, agregaron esas fuentes.
Numerosos enfrentamientos, a veces muy violentos, rápidamente opusieron a manifestantes y fuerzas anti-motines en esta gran arteria, que ya había sido escenario de grandes manifestaciones en junio contra la reelección de Ahmadinejad. Esas manifestaciones se habían saldado con 36 muertos según el gobierno y 72 de acuerdo a la oposición.
En esta ocasión, la policía intervino rápidamente, utilizando gases lacrimógenos y cargando contra los manifestantes que respondieron incendiando cestos de basura y lanzando piedras, según los testimonios.
Los enfrentamientos fueron particularmente fuertes cerca de la plaza Enghelab, en donde varias miles de personas lograron reunirse antes de que la policía interviniera, según estas fuentes.
Según testigos, varios miles de partidarios de Ahmadinejad organizaron una contra-manifestación y desfilaron por una parte de la avenida Enghelab.
Siempre de acuerdo con los testimonios, varios vehículos de policía fueron incendiados por los manifestantes, que coreaban a menudo “muerte al dictador”, nombre dado por la oposición al presidente Ahmadinejad desde su reelección.