No hay manera de evitarlo: independientemente de si se trabaja para una empresa grande, mediana o pequeña, los rumores en la oficina son un hecho de la vida laboral y, para un jefe, es muy importante saber cuándo se pasa de una charla inofensiva a algo más corrosivo.

A continuación, se presentan seis consejos para ayudar a abordar este eficazmente sin empeorar la situación.

En primer lugar, se recomienda mantener una política de puertas abierta. “Los empleados necesitan saber que su jefe está disponible para poder acercarse a él y transmitirle sus inquietudes y preocupaciones. Sin embargo, son muchos los empleados a los que todavía les cuesta dar el primer paso y, por ello, es importante que sea el responsable quien tome la iniciativa y se siente con ellos en forma regular para ponerse al día y entender cuál es el ambiente entre los empleados”, asegura Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile.

Como segundo consejo es importante proporcionar información clara y franca a los empleados. Esto es particularmente relevante en tiempos de cambio, cuando los rumores de oficina tienden a extenderse a un ritmo más acelerado. “Mediante el silencio, no se consigue nada. Cuando existe información relevante que afecta a los trabajadores es más eficiente crear un ambiente de transparencia y confianza y evitar retenerla”, indica Pérez.

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En tercera instancia, si efectivamente el gerente descubre que existe un rumor, lo recomendable es abordarlo con la mayor rapidez. Karina Pérez asegura que “si se trata de un rumor sobre la empresa o acerca de un empleado en particular, no espere para ver si se apaga por sí solo. Los sentimientos negativos creados por el rumor solo dañarán la moral de los afectados. La adopción de medidas inmediatas para abordar el problema desde la raíz ayudará a los empleados a que se sientan seguros en su entorno de trabajo y se mantengan enfocados en sus labores”.

La cuarta recomendación tiene que ver con el reconocimiento a ciertos empleados. Cuando se tiende a reconocer o favorecer a un miembro del personal por sobre los demás, pueden darse rumores hirientes. Por el contrario, si se demuestra a los empleados que se valora la colaboración y la participación de todos y se reconoce el buen desempeño general, el equipo estará motivado para cumplir sus objetivos.

Es menos probable que existan rumores sobre ciertos empleados en particular si todos sienten que su trabajo es apreciado”, completa la experta.

En quinto lugar, es importante aclarar cuáles son las funciones individuales. Los desacuerdos y las “guerras territoriales” a menudo son el resultado de que los miembros del equipo no comprendan plenamente los roles que juegan sus colegas durante un proyecto. Sea explícito cuando asigne tareas y asegúrese de que todo el mundo sea consciente de la cadena de mando. Esto ayudará a evitar malos entendidos y, a la vez, mejorará la productividad.

Por último, como jefe y responsable del grupo, debe predicar con el ejemplo. “Una de las mejores maneras de lidiar con los rumores desde la gerencia es comportándose como un modelo a seguir”, comenta la directora de Robert Half en Chile. No propague rumores y evite criticar a sus superiores frente a los miembros del personal. Los supervisores que sean capaces de demostrar integridad, respeto y coherencia lograrán inspirar a sus empleados.

Incluso los rumores aparentemente inofensivos pueden afectar la moral de los empleados, lo que podría llevar a una disminución de la productividad y a problemas de retención de talentos. Un jefe inteligente será capaz de adelantarse a esta situación mediante la comunicación con los empleados, enfrentando los rumores y dando ejemplo con un estilo de liderazgo basado en la apertura y la confianza.