Cuando la madre de Sara Wuillermin, Rene, fue diagnosticada con Alzheimer su doctor le recomendó que comenzara a practicar crochet ya que siempre fue buena con las manualidades.

Por eso, esta hija quiso compartir una foto para aquellos que no han experimentado esta enfermedad y no saben cuánto afecta a los que la padecen y a sus seres queridos.

“No recuerdo exactamente cuándo dejó de ser capaz de hacer crochet para siempre: hizo cuadrados por un tiempo, luego círculos, luego pequeños trozos de ganchillo, hasta que llegó al punto en el que simplemente llevaba las agujas y el hilo en su bolso”, explicó Wuillermin.

El Alzheimer es una enfermedad en la que los síntomas, que incluyen pérdida de memoria, confusión y problemas de comunicación, empeoran progresivamente.

Pero para asombro de muchos, incluidos sus médicos, ha vivido 12 años desde su diagnóstico inicial y un gran mérito es el nivel de atención en el hogar que ha estado recibiendo de parte de la familia, especialmente de su cuidador y esposo.

Indy100
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Si bien muchas veces debió ver su madre sucumbir a esta enfermedad mientras, cuando descubrió el ganchillo que hizo en las primeras etapas de la enfermedad, se dio cuenta de cuán apropiado era.

“Estos cuadrados representan su progresión a lo largo de un año o dos cuando recién empezaba la enfermedad (ella sufre un inicio temprano y fue diagnosticada a los 54 años)”, relató.

Su deteriorio

En este momento Rene no habla y no puede cuidarse de ninguna manera (comer, bañarse, vestirse, caminar sin supervisión, etc.), pero físicamente está relativamente sana, más allá de los problemas derivados de su deterioro mental, por ejemplo, rechina los dientes incesantemente, lo que ha causado importantes problemas dentales.

Ella ha estado en un centro de cuidados paliativos desde el verano (invierno en el hemisferio sur), pero los doctores dicen que podrían pasar meses o incluso años antes de que fallezca.

“Han pasado algunos años desde la última vez que habló y varios desde que pudo identificar quién soy”, dijo Wuillermin. “Reconozco que he luchado con la defensa de esta enfermedad; al principio fue difícil porque sentía que la estaba viviendo todo el tiempo, entonces ¿por qué querría sumergirme más en ella?”.

Más allá de eso, Sara quería preservar la dignidad de su madre tanto como fuera posible, algo que la enfermedad realmente no hace.

“Pero ahora, en esta etapa de la enfermedad y en mi propia vida, quiero hacer lo que pueda para educar a otras personas. Quiero que otras familias y cuidadores sepan que no están solos”, explicó al sitio de variedades Indy 100.

“Siempre he explicado esta enfermedad como ver a la persona que amas desenredarse, pero no le tomas el peso hasta que literalmente la veas…”, concluyó.