Los trabajadores de Subus, empresa operadora del Transantiago y que se acogió a la nueva ley de quiebras, dieron un ultimátum al gobierno y pidieron reunirse con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, y el de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, para así obtener respuestas a sus demandas.

Los conductores participaron en una cuarta reunión esta tarde con el director del Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, ya que buscan que se obligue a la compañía a costear los servicios prestados y a pagar sus finiquitos, además de velar para que el Estado les garantice seguir trabajando en el servicio de transporte.

Tras la cita, Boris Guerrero, uno de los voceros de los sindicatos que agrupan a los trabajadores de Subus, declaró que “a la próxima mesa de negociación nosotros nos bajamos”.

Además, pidió desde ya disculpas a la ciudadanía por las molestias que puedan generar sus movilizaciones.

La reunión se realizó en dependencias del Ministerio de Transportes, hasta donde llegó una veintena de conductores para protestar con lienzos y gritar consignas en contra del ministro Gómez-Lobo.

Esto ocurre luego que ayer los choferes de la empresa realizaran una paralización en la hora punta matinal para hacer visible sus demandas ante la quiebra de Subus.

Recordemos que por deudas calculadas sobre los US$ 180 millones con sus acreedores, la empresa de buses troncales del Transantiago se amparó a la ley de quiebras el 11 de junio en la Corte de Apelaciones de Santiago.

La promesa por parte de la compañía es mantener la normalidad, tanto con los pagos de sus trabajadores y con el servicio prestado en comunas como La Florida, Estación Central, la Cisterna, San Bernardo y Puente Alto, generando desconfianza en quienes se encuentran movilizados.

El director del Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, aseguró que el Ejecutivo ha tenido voluntad de diálogo y que no deberían existir despidos.

Este jueves los trabajadores se reunirán para formalizar sus demandas en un documento al Ejecutivo, a lo que agregaron que no estarán dispuestos a nuevas reuniones con el gobierno a menos que participen los titulares de la cartera de Trabajo y Transporte.