A diferencia de los tratamientos tradicionales contra el cáncer –cirugía, quimioterapia y radioterapia–, que ponen el acento en el tipo de tumor y el órgano afectado y utilizan herramientas ajenas al paciente para combatir la enfermedad, existe un nuevo procedimiento que apunta al desarrollo de fármacos que activen las defensas naturales del paciente para que sea su propio sistema inmune el que detecte y ataque a las células tumorales.

Se trata de la inmuno-oncología (IO), un enfoque revolucionario que inauguró hace pocos años una nueva era en el tratamiento del cáncer y ya está dando grandes resultados en personas con melanoma avanzado y un tipo específico de cáncer de pulmón.

El sistema inmune de una persona se activa cuando descubre algún agente externo al organismo –como virus, bacterias y hongos–, desencadenando un complejo mecanismo de defensa para neutralizar a los “agresores”. Este accionar también se produce frente a alteraciones internas, como las que presenta una célula tumoral.

En este caso, el “ataque” se produce a través de los linfocitos T, poderosos glóbulos blancos que son los que detectan la presencia de ciertos antígenos en las células cancerígenas, y es contra ellos que dirigen todo su “arsenal”.

El problema es que estas células alteradas pueden desarrollar formas de evadirse: presentan en su superficie unas proteínas (llamadas receptores) capaces de bloquear la acción del sistema inmune, de manera que los linfocitos T no logran reconocer a las células tumorales y, por lo tanto, no las atacan.

© 2016 Bristol-Myers Squibb Company

Así es cómo los tumores logran proliferar. La I-O estudia el funcionamiento de este mecanismo de evasión y desarrolla moléculas para desactivarlo y quitarle el disfraz a las células enfermas.

“Este nuevo tipo de fármacos permite al sistema inmune recuperar su capacidad de reconocer las células tumorales como no propias, gatillando así su destrucción por medio de los mecanismos de defensa que el sistema inmune ocupa habitualmente”, comentó a BioBioChile el Dr. Christian Yáñez, Director Médico de Bristol-Myers Squibb.

“En los cánceres en que ha sido estudiado, ha demostrado resultados superiores a los resultados de terapias tradicionales, incluyendo en un porcentaje de pacientes respuestas a largo plazo, que en algunos casos han superado los cinco años (cáncer pulmonar de células no pequeñas), y en el caso de melanoma, hasta 10 años”, agregó el experto.

Tratamiento menos invasivo

Uno de los aspectos más interesantes de este tratamiento es que es mucho menos invasivo que los procedimientos tradicionales. Así lo afirma el Dr. Yáñez.

“Este tipo de tratamiento no está exento de eventos adversos. Sin embargo, el porcentaje de pacientes afectados y la severidad de estos es mucho menor comparado a las terapias tradicionales. Respecto a la naturaleza de estos eventos adversos, también es diferente a lo tradicionalmente conocido. Los eventos adversos son principalmente de naturaleza inmunológica, de fácil diagnóstico y manejo por parte del equipo médico tratante”, comentó el profesional.

“Lo más frecuente es observar eventos adversos dermatológicos y gastrointestinales, pero como señalé son de naturaleza e intensidad diferente a los tratamientos tradicionales. En el último año, algunos estudios clínicos han demostrado que la aparición de eventos adversos podría ser un indicador de buena respuesta anti-tumoral, incluso en aquellos pacientes que debieron suspender el tratamiento por la aparición de eventos adversos. Dicho de otro modo, que el paciente presente eventos adversos podría predecir una buena respuesta del sistema inmune contra las células tumorales”, añadió.

© 2016 Bristol-Myers Squibb Company

El experto asevera que los avances de esta terapia han sido impulsados por el conocimiento de unos verdaderos “interruptores de apagado” del sistema inmune. Son estos interruptores los que las células tumorales “aprenden” a utilizar para su propio beneficio, de tal manera que logran “apagar” el sistema inmune y así la célula tumoral no es destruida y es capaz de seguir creciendo y expandiéndose a órganos cercanos y distantes (metástasis).

“Actualmente este tipo de terapias está siendo estudiada en otros tipos de cánceres, así como se sigue investigando en líneas previas de tratamiento, incluso en etapas más tempranas de la enfermedad, antes que el cáncer se encuentre en estadio metastásico. Además se han descubierto decenas de otros “interruptores” del sistema inmune que podrían tener algún rol en gatillar una mejor respuesta del sistema inmune contra el tumor”, indicó.

Cabe consignar que los resultados de estos estudios clínicos podrían estar disponible en los próximos meses o incluso años, dependiendo del tipo de cáncer.

Un importante avance

Este tipo de abordaje fue la gran estrella de la última reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), el encuentro de expertos en cáncer más importante del mundo. Allí se dieron a conocer los resultados de diversos ensayos clínicos –en distintas fases de estudio– que demostraron avances en cáncer de pulmón de células no pequeñas, riñón, próstata e incluso contra el mieloma múltiple.

La oncóloga Lynn Schuchter, jefa de la División de Hematología/Oncología de la Universidad de Pennsylvania y una de las voceras de la edición 2015 de ASCO, fue clara al presentar las novedades de este año.

“El campo de la inmunoterapia dirigida es cada vez más excitante. Con estos ensayos, estamos dejando rápidamente atrás la era en la que las inmunoterapias eran vistas sólo como grandes logros contra el melanoma. Sorprendentemente, estas drogas están mostrando ser efectivas en otros tipos de cánceres, para los cuales prácticamente no funcionaba ningún otro tratamiento”, comentó Schuchter.

El tratamiento en cifras

En el caso de Chile, estos fármacos están disponibles para melanoma metastásico hace 4 años, y en el caso de cáncer pulmonar de células no pequeñas y cáncer renal metastásicos, hace menos de 6 meses. Sin embargo, a través de estudios clínicos, estos fármacos están siendo investigados en Chile hace más de cinco años.

Respecto al número de pacientes tratados en Chile, han sido más de 100 las personas con melanoma metastásico las que han sido tratadas, en quienes se ha observado sobrevidas importantes que han sobrepasado los dos años.

“Incluso con algunos pacientes con cuatro años de sobrevida, lo cual es inusual en este tipo de patología (raramente sobrepasan un año de sobrevida)”, indicó Yáñez.

“En el caso de cáncer pulmonar, existe una cifra similar de pacientes, pero no contamos con seguimientos tan prolongados debido al poco tiempo que el fármaco está disponible en Chile. No obstante, tenemos pacientes de estudios clínicos con sobrevida de tres años y varios con sobrevidas de un año, lo que también es no habitual en este tipo de pacientes que han sido diagnosticados de cáncer pulmonar, que han progresado a una quimioterapia previa y que posteriormente iniciaron este nuevo tipo de tratamiento”, agregó el especialista.