El gobierno venezolano desestimó la posibilidad de que el presidente Nicolás Maduro sea revocado mediante un referendo, tras decretar un estado de excepción que según analistas busca cerrarle el paso a la consulta impulsada por la oposición.

Aquí Maduro no va a salir por referéndum“, dijo este domingo el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz.

El líder opositor Henrique Capriles había advertido el sábado sobre un estallido social si el gobierno impedía el revocatorio contra Maduro este año.

Bajo el estado de excepción, el mandatario ordenó tomar las fábricas improductivas, estrategia que analistas atribuyen a un líder acorralado.

Maduro, cuya gestión reprueban siete de cada diez venezolanos según la firma Venebarómetro, dispuso el sábado la intervención de las plantas paradas y encarcelar a los empresarios que, según él, intentan desestabilizar al gobierno, en la primera medida bajo el estado de excepción que regirá por tres meses y que, dijo, será prorrogado sucesivamente hasta 2017.

“¡Planta parada, planta entregada al pueblo! (…) Ustedes me van a ayudar a recuperar todas las plantas paralizadas por la burguesía”, lanzó Maduro ante miles de partidarios.

La presión por revocatorio

Maduro también ordenó realizar el próximo sábado ejercicios militares para afrontar lo que denunció como una amenaza externa -refiriéndose a Estados Unidos-, en la que justifica el estado de excepción.

Analistas consideran que ese decreto, que se espera se publique el lunes, es parte de la estrategia del mandatario para evitar la realización, este año, de un referendo revocatorio que impulsa la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

“El gobierno estaría jugando a montar el marco legal para liberar las manos de los militares y poder reprimir” un reclamo en las calles a favor del revocatorio, señaló Alarcón, recordando que estas medidas suelen restringir el derecho de protesta y autorizan detenciones preventivas sin orden judicial.

El presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, advirtió este domingo vía Twitter que el gobierno se prepara para convocar el revocatorio en febrero de 2017.
En lo que reconoció como una “bofetada”, Maduro sufrió en diciembre una aplastante derrota cuando la oposición se hizo por primera vez con el control del Parlamento en 17 años de era chavista.

La MUD espera que el Consejo Nacional Electoral (CNE) valide las firmas que presentó para activar el revocatorio, primera etapa de un largo proceso que se podría extender hasta fines de año.

También quiere realizar la consulta en 2016, pues si se la hace después del 10 de enero de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del período presidencial- y Maduro pierde, los dos años restantes los completaría el vicepresidente, designado por el jefe de Estado.