Mantener una relación viva y saludable no es tan fácil como parece, por lo que no está mal escuchar los consejos de los expertos en el área de vez en cuando.

Peter Pearson, psicólogo especialista en relaciones de pareja y cofundador del Instituto de Parejas en Menlo Park, California, asegura en el portal estadounidense Tech Insider que hay una frase que puede ser muy útil para mejorar la dinámica de lo que podría convertirse en una discusión.

Y es que si bien no puedes cambiar a la persona que tienes al lado, sí puedes influir sobre ella, afirma Pearson.

Por lo mismo, en lugar de enfrascarse en una pelea sin fin, lo mejor es dar un giro a la situación con una frase que llame al diálogo y la reflexión.

“¿Qué piensas al respecto?” es la sencilla expresión que puede hacer maravillas.

Por ejemplo, en lugar de hacer una afirmación rotunda y desatar una actitud defensiva, puedes decir lo mismo, pero añadiendo “¿Qué piensas al respecto?”, lo que invita a conversar sobre sus diferencias.

Esta frase, según el psicólogo, demuestra que estás interesado/a en la perspectiva de tu pareja.

Peter asegura que las discusiones se arruinan porque están cargadas de acusaciones que no dan espacio a la otra persona a defenderse y con estas simples 4 palabras puedes dar la opción de que el otro aclare cómo ve las cosas, ayudando a que también te pongas en su lugar.

Según el experto, esta frase ayuda a convertir el conflicto en colaboración y la demagogia en democracia. Te muestra más abierto a la retroalimentación y el intercambio de ideas.

“Es súper simple. Si la gente puede recordar decir esas cuatro palabras, puedes evitar una gran cantidad de quejas”, comenta.

Uno de los peores errores en las discusiones de pareja: Discutir sobre las mismas cosas todo el tiempo

Es muy fácil repetir los mismos argumentos cuando te ves envuelto en una discusión. “Puedes ser capaz de predecir, con exactitud deprimente, el resultado de un desacuerdo con tu pareja sobre una u otra tarea semanal o deber”, dice Susan Krauss Whitbourne, doctora en psicología, en una columna publicada en el medio especializado Psychology Today.

“Antes de caer en el conjunto habitual de quejas por tener que limpiar el baño una vez más, trata de encontrar un momento en el que ambos puedan hablar con calma sobre el problema recurrente y llegar a un plan para solucionarlo”, señala Krauss.

Esto puede ser mucho más productivo para llegar a resolver el asunto, que recriminar constantemente, pues esto último sólo genera resentimiento y una respuesta defensiva por ambas partes.