La policía peruana puso en marcha el lunes un inédito operativo para retirar de las comisarías de Lima más de 860 vehículos incautados, algunos convertidos en chatarra, que obstruían veredas y calles desde hace años ante la indiferencia de las autoridades.

“Desde hoy se ha comenzado el traslado de esos vehículos que en total son 860 a tres depósitos”, dijo el ministro del Interior Daniel Urresti, quien estimó que la acción destinada a recuperar espacios públicos podría tardar al menos 15 días.

El retiro de los vehículos se había vuelto un clamor de la población debido a que los autos, camionetas y ómnibuses capturados por la policía por diversos motivos permanecían abandonados desde hacía años en los alrededores de las comisarías provocando el cierre de calles y obstruyendo el libre paso de los vecinos.

“Los vecinos ahora podrán transitar sin problemas”, acotó el ministro, alegando que el problema se había creado por la escasez de terrenos que sirvan de depósitos para llevar los centenares de vehículos incautados.

En Perú, los vehículos involucrados en accidentes de tránsito así como aquellos que tienen orden de captura por mandato judicial son conducidos a las comisarías.