Como el primero de otros necesarios actos de justicia, fue calificado el reciente descubrimiento de una placa recordatoria del “héroe Osornino” Juan Amador Barrientos Adriazola.

Se trató de una ceremonia efectuada en calle O’Higgins en el centro de la ciudad, donde autoridades civiles y militares recordaron la figura de quien fue el primer chileno, que en el desembarco de Pisagua puso la bandera chilena en territorio peruano durante la Guerra del Pacífico, el 2 de noviembre de 1879, además de participar ese mismo año en el combate de Angamos y un año más tarde en el asalto y toma del morro de Arica.

Sin embargo, debido a la confusión y el desorden de la Guerra Civil de 1891, fue degradado y exiliado, falleciendo el 23 de julio de 1921, sumido en la pobreza y en el olvido.

Hoy, el sobrino nieto del Amador Barrientos, Ismael Barrientos Martínez, recuerda el término de sus días, y como un héroe terminó sus días despojado de todos sus honores.

Por su parte, el diputado Sergio Ojeda, promotor de la comisión que busca zanjar la histórica deuda del héroe Osornino, señaló que una de las tareas pendientes a retomar con urgencia la ley 19.632 que en 1999 autorizó erigir un monumento a Juan Amador Barrientos en plaza de armas frente a donde hoy se observa la placa recordatoria.

A la par de retomar la iniciativa de erigir un monumento a Juan Amador Barrientos, existe también otro objetivo que busca traer sus restos a Osorno, a fin de exhumarlos desde el mausoleo de los defensores de la patria en la región Metropolitana en lo que fue considerado como el saldo de una deuda pendiente con la ciudadanía.