La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) analizará esta semana cómo emplear su fuerza militar en Malí, e impuso un “embargo total” contra la junta golpista en el poder en Bamako desde el 22 de marzo.

La fuerza de la CEDEAO se encontraba ya en estado de alerta este lunes.

El presidente marfileño Alassane Ouattara, presidente en ejercicio del organismo, anunció que los jefes de Estado Mayor de los países de la región recibieron la orden de reunirse “esta semana en Abiyán para ver las modalidades de activación de esta fuerza”. La fuerza de la CEDEO cuenta con unos 2.000 soldados.

El mandatario anunció también un “embargo total” a Malí.

“Todas las medidas diplomáticas, económicas, financieras y demás son aplicables desde hoy (lunes) y sólo se levantarán cuando el orden constitucional sea efectivamente restablecido”, declaró Ouattara tras una cumbre de la CEDEAO en Dakar en la que participaron diez jefes de Estado. “El embargo será total por parte de todos los Estados vecinos de Malí”, agregó.

“La situación en Malí es muy grave, es un golpe contra la democracia y un ataque a la integridad territorial de este país”, afirmó Ouattara. “No es aceptable. El regreso al orden constitucional y a la integridad territorial debe hacerse lo antes posible”.

La cumbre de Dakar tuvo lugar cuatro días después de la del 29 de marzo en Abiyán, que emplazó a la junta a restaurar el orden constitucional este lunes a más tardar, so pena de “embargo diplomático y financiero”.

La junta prometió el domingo el regreso de un poder civil y unas elecciones en una fecha no precisada.

“Las declaraciones de la junta van en el buen sentido, pero hace falta que sea efectivo, que la junta se aparte y entregue el poder a las autoridades constitucionales reconocidas”, declaró Ouattara al respecto.

La rebelión tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) y los grupos islamistas que la apoyan tomaron sucesivamente desde el viernes las tres capitales regionales del norte de Malí, Kidal, Gao y Tombuctú, sin encontrar resistencia de un ejército maliense mal equipado.

Con estas tres regiones, la rebelión controla ya todo el norte del país, es decir la mitad del territorio.

La cumbre de Dakar pidió que “el gobierno legítimo que sea instaurado en los próximos días abra un diálogo con los movimientos armados”, según Ouattara.