Un explosivo de las FARC estalló en la madrugada de este jueves en Neiva (suroeste de Colombia), sin dejar víctimas pero sí daños materiales, en la tercera acción violenta ocurrida en esa ciudad en la primera semana del año y que las autoridades atribuyen a esa guerrilla.

El 2 de enero un artefacto explotó frente a un comercio provocando daños, y dos días después dos hombres en motocicleta lanzaron otro explosivo contra la vivienda de un agente de policía, resultando herido levemente un pequeño hijo del uniformado.

La carga del jueves estalló frente a la residencia de un ganadero en el centro de Neiva (325 km al sur de Bogotá), como una retaliación de las FARC por no pagar una extorsión, dijo a periodistas el coronel Julio César Alvarado, comandante policial del departamento de Huila, cuya capital es Neiva.

Según Alvarado, “el artefacto estaba compuesto por unos 20 kilos de explosivo”, y otro de poder mayor fue desactivado posteriormente en el sector. El comandante policial indicó que “los guerrilleros pretendían hacer explotar esa segunda carga una vez los uniformados se hicieran presentes en el lugar”.

La explosión que se produjo hacia las 00H30 locales (05H30 GMT), no dejó víctimas pero produjo daños a 62 viviendas y comercios del sector, según las autoridades.

Al condenar el hecho, el presidente Juan Manuel Santos aseguró a periodistas que con el hecho, “lo que están demostrando las FARC ya es un desespero”. También instó a los habitantes a rehusar el pago de extorsiones a los rebeldes.

“La Fuerza Pública está encima de ellos. Ya sabemos de quién se trata, el que está detrás de toda esta ola de petardos (explosivos) a los comerciantes para ver si vuelven al pasado, a pagar. Y por eso mi consejo claro y vehemente es: ‘no vayan a pagar. No paguen un solo peso’”, enfatizó.

La secretaria de gobierno de Neiva, Emma Constanza Sastoque, anunció una recompensa de 100 millones de pesos (unos 53.000 dólares) por información que permita dar con los responsables de ataque.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son la guerrilla más antigua del país con 46 años de lucha armada contra el Estado, y según estimativos oficiales y de una ONG cuentan con unos 9.000 y 11.000 combatientes, respectivamente.