El gobernador de Texas, Rick Perry, denunció este lunes que durante un tiroteo en la mexicana Ciudad Juárez varias balas perdidas impactaron un edificio en El Paso, del lado texano, e instó de nuevo al presidente Barack Obama a que refuerce la seguridad.

“Por segunda vez en dos meses, balas perdidas durante un tiroteo en la creciente guerra del narcotráfico en Juárez alcanzaron un edificio en El Paso”, al otro lado de la frontera, explicó el comunicado del gobernador.

El incidente se produjo el sábado, y según un sitio internet de la universidad de El Paso, borderzine.com, uno de los edificios recibió un impacto de bala.

No hubo víctimas, pero el gobernador aprovechó para criticar de nuevo al gobierno federal.

“Es inconcebible que el gobierno de Obama arriesgue vidas estadounidenses”, dijo Perry.

“Es hora de que Washington deje la retórica y envíe inmediatamente un refuerzo significativo de recursos y personal a la frontera”, añadió su comunicado.

Perry recordó que en junio, varias balas de un tiroteo en Juárez alcanzaron el edificio del Ayuntamiento de El Paso Texas, mientras que el año pasado un edificio y un automóvil de la universidad de Texas-Brownsville también fueron alcanzados por balas perdidas provenientes de México.

“Debemos asegurarnos de que El Paso y las otras comunidades fronterizas sean un lugar seguro”, dijo Perry, quien a principios de 2009 pidió a Obama el despliegue de tropas nacionales para garantizar la seguridad en Texas.

La guerra entre los cárteles del narcotráfico ha dejado un saldo de más de 28.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando asumió el poder el presidente Felipe Calderón.