El lunes se cumplirá un año desde que Argentina y por qué no, toda América Latina, se sorprendiera con la noticia del supuesto suicidio de Alberto Nisman. El fiscal el día después de su muerte debía presentar ante el congreso del país trasandino su acusación contra la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento en el caso del atentado al centro judío AMIA en 1994.

La muerte del ex fiscal Alberto Nisman que investigaba el atentado al centro judío AMIA en 1994 y había denunciado a la ex presidenta Cristina Kirchner, sigue sumida en el misterio y divide a los argentinos entre la exaltación y el desprecio, al cumplirse el lunes el primer aniversario.

“Vemos con mucha necesidad el esclarecimiento de su muerte. La sociedad argentina y el mundo están a la espera”, dijo Ariel Cohen Sabban, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).

La DAIA, organismo político de la comunidad judía, la mayor de América Latina con 300.000 miembros, convocó a prender “velas por Nisman” en un acto para “reclamar justicia” el próximo lunes 18 en la plaza Alemania de Buenos Aires.

Nisman estuvo encargado durante más de una década de investigar el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que causó 85 muertos y 300 heridos en 1994 en Buenos Aires. Pero el 18 de enero de 2014 apareció con un disparo en su cabeza en el baño de su departamento, en lo que se creyó -en un primer momento- un suicidio.

Al costado del cuerpo de Nisman había una pistola Barsa 22, de donde salió la bala y que el fiscal había pedido prestada a un colaborador, el asesor informático Diego Lagomarsino, el único procesado por la causa.

“Nisman era la persona que más conocía de la causa AMIA, entendemos que seguramente su muerte está relacionada con el atentado”, dijo Cohen Sabban quien reunió con el fallecido fiscal 72 horas antes del deceso. “Se lo veía nervioso, muy tenso y muy preocupado”, aseguró.

El ex fiscal venía de denunciar a la Fernández de Kirchner por encubrir a iraníes señalados de idear el atentado a la AMIA. Esta acusación luego fue rechazada por “inexistencia del delito” en varias instancias judiciales.

Según Fernández, el acuerdo que según Nisman era para encubrir iraníes, tenía como fin que jueces argentinos pudieran indagar en Teherán a los acusados, entre ellos el ex presidente Ali Rafsanjani. Ese pacto fue declarado inconstitucional en diciembre pasado en Argentina.

¿Homicidio?

“Lo mataron, no se mató”, dijo Sara Garfunkel, madre del fiscal, quien reclamó que la causa “no se cierre como una muerte dudosa”, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias.

En las antípodas, Jorge Elbaum, líder del Llamamiento Argentino Judío y ex dirigente de la DAIA, dijo que “cualquier caso similar se habría cerrado con la carátula de suicidio” y atribuyó la demora a “cuestiones políticas”.

La jueza Sandra Arroyo Salgado, madre de las dos hijas de Nisman y querellante, dijo “no tener dudas de que se trató de un homicidio vinculado a los servicios de inteligencia”.

La ex pareja de Nisman denostó la tarea de la fiscal Viviana Fein, quien investigó la muerte hasta diciembre cuando fue desplazada por la jueza Fabiana Palmaghini.

La pista de la mano espía conduce al influyente ex jefe de los servicios de inteligencia Antonio ‘Jaime’ Stiuso, despedido en 2014 tras 40 años en el cargo y cuyo paradero se desconoce.

Stiuso proveyó información clave para la acusación que Nisman formuló en 2006 contra los ex gobernantes iraníes por el atentado a la AMIA, una causa sin detenidos 21 años después.

¿Quién era Nisman?

“¿Qué duda tengo yo? La que tienen 40 millones de argentinos. ¿Nisman se suicidó, lo indujeron al suicidio o hubo un homicidio?”, dijo Mario Cimadevilla, titular de la nueva Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA.

Esta unidad fue creada por el presidente Mauricio Macri, que ordenó este viernes desclasificar todos los documentos relacionados con Nisman.

“Nisman representaba intereses ajenos a la causa AMIA. Sin duda trabajaba para lobbies internacionales. Esos mismos vínculos lo llevaron al suicidio”, afirmó Elbaum.

A la luz de la investigación, la prensa reveló una cuenta no declarada en Nueva York de la que el ex fiscal era apoderado mientras con su madre, su hermana y Lagomarsino eran titulares. Los tres fueron imputados como testaferros de Nisman.

“Nosotros no evaluamos la vida personal sino su funcionamiento como fiscal. Nisman le dedicó una gran parte de su vida a la causa más importante de nuestro país“, afirmó Cohen Sabban.