Si bien es sabido que es de suma importancia lavarse las manos después de ir al baño, muchas veces es un ejercicio que no se realiza adecuadamente.

Así también lo señalan informes elaborados por autoridades internacionales, en donde las cifras demuestran la relevancia de este acto higiénico.

A partir de ello es que cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, instancia liderada por la Alianza Global entre los sectores Públicos y Privados (Ppphw su sigla en inglés), apoyados por el Banco Mundial y Unicef.

De acuerdo a los informes realizados por los expertos de la alianza y según consigna BBC Mundo, se asegura que “enraizar la práctica del lavado de manos con jabón antes de comer y después de usar el inodoro podría salvar más vidas que cualquier vacuna o intervención médica, reducir las muertes por diarrea casi a la mitad y evitar un cuarto de las muertes por infecciones respiratorias agudas”.

Según se desprende de estas investigaciones, extender la costumbre de lavarse las manos con jabón, podría salvar alrededor de 230 mil vidas al año, especialmente en países subdesarrollados.

De acuerdo a lo relatado por los expertos de la Ppphw, realizar este acto adecuadamente detendría la transmisión de gran parte de los agentes patógenos que transmiten las heces humanas. Ante ello, sostuvieron además que no lavarse las mano o hacerlo de mala forma, puede provocar desde infecciones gastrointestinales más comunes a otras más graves como la fiebre “fiebre tifoidea o el cólera”, además de infecciones respiratorias “como la gripe o la neumonía”.

Pero eso no es todo, ya que si llevamos nuestras manos sucias a otras partes de nuestro cuerpo, también podría producir infecciones cutáneas o en los ojos de parásitos intestinales, debido a que, según los cálculos realizados por los expertos de la Alianza Global, solo un gramo de heces humanas puede contener 10 millones de virus y un millón de bacterias

Pero, ¿cuál es la forma correcta de lavarse las manos? A continuación te lo mostramos.

1. Mojar las manos.
2. Aplicar jabón, ya sea en líquido o barra.
3. Formar espuma abundante.
4. Frotar las manos enérgicamente durante al menos 20 segundos.
5. Refregar todas las superficies, incluyendo el dorso de las manos, las muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas.
6. Enjuagar.
7. Secar las manos con una toalla limpia o agitando las manos.
8. Si es posible, usar la toalla para cerrar el grifo.