El ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza dictó procesamiento en la investigación por los delitos de secuestros calificados de Héctor Velásquez Mardones y Ricardo Ramírez Herrera; y por los homicidios calificados de Ruiter Correa Arce y Hernán Soto Gálvez, ocurridos entre mayo y junio de 1977.

En la causa, el magistrado sometió a proceso los ex integrantes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Manuel Contreras Sepúlveda, Pedro Espinoza Bravo y Cristoph Willike Floel, como responsables de los cuatro delitos.

De acuerdo a los antecedentes recopilados, se tienen por acreditados los siguientes hechos:

“Que a raíz de la necesidad de canalizar ayuda financiera externa para el Partido Comunista, habría viajado desde Europa a Buenos Aires un integrante de nombre Alexis Vladimir Jaccard Siegler, quien debía contactarse con los militantes Ricardo Ignacio Ramírez Herrera y Héctor Heraldo Velásquez Mardones, un acercamiento que jamás pudo concretarse, ya que los tres fueron detenidos y desaparecieron el día 16 de mayo de 1977, en virtud de una acción coordinada de los servicios de inteligencia de Argentina y Chile”, señala el fallo.

A ello agrega que en el mismo sentido y probablemente con el mismo fin, el matrimonio de Jacobo Stoulman Brtnik y Matilde Pessa Mois emprende viaje a Buenos Aires desde Santiago el día 29 de mayo de 1977, “pero antes de materializar su ingreso al país vecino, son detenidos en el Aeropuerto de Ezeiza y desaparecen”.

“Por otro lado, en nuestro país, el día anterior al viaje del matrimonio Stoulman, 28 de mayo de 1977, es ejecutado en la ciudad de Santiago, el militante comunista Ruiter Enrique Correa Arce, dueño de un quiosco ubicado en la intersección de calles Amunátegui con Alameda, y punto de contacto del partido. Sus restos son encontrados al día siguiente en el Servicio Médico Legal.

Por último, igualmente en Santiago de Chile, el 7 de junio de 1977, “se consuma el secuestro del militante de esa entidad, Hernán Soto Gálvez, integrante de la Comisión Nacional de Finanzas del Partido y supuesto enlace en este financiamiento externo, encontrándose con los años parte de sus restos en Cuesta Barriga”.

Esta causa forma parte de la serie de investigaciones conocida como “Operación Cóndor”.