Durante los casi siete minutos que duró su cadena nacional de cierre de 2012, el presidente Sebastián Piñera cuestionó el estado que tenía el país al momento de asumir el cargo, no sólo por factores como el terremoto.

“Sin duda nos ha tocado gobernar en tiempos difíciles. En los últimos días del gobierno anterior, en esa inolvidable madrugada del 27/F, Chile fue golpeado por un devastador terremoto y maremoto que significó la pérdida de muchas vidas humanas, y nos dejó un formidable desafío de reconstrucción”, afirmó.

“Por otra parte, la economía mundial lleva ya más de 4 años en medio de una crisis que ha significado recesión, desempleo y angustia en muchos países del mundo, incluyendo los más desarrollados”, introdujo el mandatario.

Pero -agregó- no todos los problemas son responsabilidad de la naturaleza ni del difícil contexto mundial. “Lo cierto es que mucho antes del terremoto y de la crisis económica internacional, Chile venía dando signos de fatiga y estaba perdiendo el liderazgo y el dinamismo, lo que había debilitado nuestra capacidad de crecer, de crear empleos, de mejorar los salarios, de reducir la pobreza, y también había postergado múltiples y justificadas reformas y demandas de los ciudadanos”, argumentó el jefe de Estado.

Y precisó que fue en esas difíciles circunstancias que “asumimos el honor y la responsabilidad de gobernar nuestro país con un compromiso de cambio, futuro y esperanza para todos los chilenos, pero muy especialmente para los más vulnerables y los de clase media. Hoy, 2 años y 10 meses después, más que las promesas, corresponde que sean los hechos los que hablen”, prosiguió Sebastián Piñera.

En esa línea, destacó que Chile ha recuperado su liderazgo y dinamismo y “ya estamos entre los países de mayor crecimiento del mundo”.

Al respecto, destacó que “hemos creado más de 700 mil nuevos trabajos y nos estamos acercando al pleno empleo. Los salarios están aumentando con fuerza, la inflación está bajo control. La pobreza y las desigualdades excesivas, aunque lentamente, por fin están disminuyendo”.

“Hemos logrado reconstruir más del 80% de lo que el terremoto y maremoto destruyeron, y viejos y sentidos anhelos de los chilenos, como por ejemplo, el posnatal de 6 meses, la eliminación del descuento del 7% de salud, el término de las listas de espera por enfermedades Auge, la libre elección en Fonasa para nuestros pensionados, el Bono Bodas de Oro y el Ingreso Ético Familiar, son hoy una realidad”, mencionó.

Y luego se preguntó si ¿es esto casualidad?, respondiendo que “por supuesto que no. Es fruto del trabajo de ustedes, del esfuerzo de todas las chilenas y chilenos, y también de un gobierno responsable y que trabaja incansablemente para cumplir sus compromisos con todos nuestros compatriotas”, subrayó.

“HA LLEGADO EL TIEMPO DE COSECHAR LOS FRUTOS”

Recalcando que es posible avanzar “en medio de un mundo en crisis y recesión”, Piñera afirmó que “ha llegado el tiempo de cosechar los frutos”

“Seguiremos trabajando para mejorar la calidad de la salud, para que nuestros enfermos reciban una atención digna, oportuna y eficaz. Continuaremos impulsando el programa Elige Vivir Sano, que encabeza la Primera Dama, para crear una verdadera cultura de vida sana, en que cada uno de nosotros asuma su responsabilidad de ser el principal guardián y también el principal beneficiario de su propia salud. Y, por supuesto, seguiremos trabajando para reducir la pobreza y las desigualdades excesivas, y para hacer de Chile una patria más justa y más fraterna”, manifestó el mandatario a través de una cadena nacional de cierre de 2012.

Luego se preguntó si ¿es posible lograr todo esto en medio de un mundo en crisis y recesión?, respondiendo que “sí, y depende de nosotros”.

Por eso, llamó a sus compatriotas a seguir trabajando con unidad y a “entregar lo mejor de nosotros mismos”.

“Porque si hemos tenido tres años de siembra y esfuerzo, hoy ha llegado el tiempo de cosechar los frutos y los beneficios, de forma que cada día sean más y más las chilenas y chilenos, especialmente los más vulnerables y de clase media, los que vean cómo sus vidas y la de sus familias cambian para mejor. También llegó el tiempo de cumplir con la misión de nuestra generación: transformar a Chile, antes que termine esta década, en un país desarrollado y sin pobreza, y en el que los valores de la vida, la familia, la justicia y el cuidado del medio ambiente, sean parte del alma de nuestra nación”, acotó.

“¡Que Dios bendiga a nuestra patria!, ¡que Dios bendiga a los chilenos!”, expresó el gobernante junto con desear un feliz 2013.