En los próximos años, Chile será conocido en el mundo por producir el té verde orgánico más austral del mundo, originario de la Región de La Araucanía. Esta iniciativa es ejecutada por la empresa Index Salus a través del cofinanciamiento de la FIA, del Ministerio de Agricultura.

El proyecto llamado “Desarrollo de una plantación comercial de té orgánico (Camellia sinensis) para elaboración de té verde diferenciado por alta calidad y bajo contenido de cafeína en la comuna de Villarrica, Región de La Araucanía”, tiene un costo total de $166.463.207 y cuenta con la participación del laboratorio Green Vitro y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

En Chile, sólo se importa té verde como materia prima a granel, el cual es envasado y comercializado por dos empresas que dominan el mercado del té negro. Por lo tanto, Index Salus se propuso cultivar y propagar un té verde orgánico con valor agregado.

Comercialmente, la variedad con que trabaja la empresa se caracteriza por su alto contenido de antioxidantes y bajo nivel de cafeína, que lo hace similar al té japonés Bancha, el cual también posee hasta un 2% de cafeína. Sensorialmente, sus atributos son el color amarillo, un aroma intenso y gusto levemente amargo.

Respecto a las fortalezas del producto local, el gerente general de Index Salus, Peter Brunner, señaló que “están relacionadas con el tipo de suelo, volcánico con acidez o pH bajo, y la alta pluviometría. Estos son los factores responsables de que nuestro té verde haya desarrollado características similares al Bacha japonés”.

El ejecutivo puntualizó que actualmente hay dos variedades que se volvieron muy resistentes y se desarrollaron adecuadamente en los predios.

Brunner indicó que los mercados para el ingreso del producto serían Chile, Europa, Estados Unidos y Canadá, debido a las relaciones comerciales de la empresa con esos países. Incluso los clientes manifestaron gran interés por una bebida con estas características.

A nivel internacional, el té verde se vende a un valor equivalente a entre $5.000 y $6.000 por kilo, por sus propiedades orgánicas y calidad sensorial.

El gerente general agregó que el envasado se efectuará en bolsitas, como corte TBC para infusiones, y, tal vez, en forma de hojas para prepararlo en teteras. En el caso de clientes en el extranjero, posiblemente se podría exportar a granel como un corte fino o como hojas enteras.

El ejecutivo de innovación y supervisor del proyecto, Juan Carlos Galaz, precisó que “este proyecto es un ejemplo de la aplicación de innovación en la diversificación de la oferta productiva nacional, al cultivarse un producto que no existía previamente en el país y sobre el cual se pensaba que las condiciones de clima nacionales no eran adecuadas para su cultivo, lo que está siendo desmentido con esta experiencia”.