La Casa Blanca declaró este jueves que el presidente sirio, Bashar al Asad, emprendía una agresión “odiosa e imperdonable” contra su pueblo, tras una nueva jornada de violencia con varios muertos en el país árabe.

“La agresión que Asad perpetra contra los sirios es odiosa e imperdonable. Por eso, trabajaremos con varios miembros de la comunidad internacional, para así organizar una transición pacífica en ese país, una transición que es inevitable y ya ha comenzado”, afirmó Jay Carney, portavoz del presidente estadounidense, Barack Obama.

Obama “está perfectamente al corriente de la vergonzosa vileza del comportamiento” de las autoridades sirias, añadió Carney a los periodistas que acompañaban al mandatario en el avión Air Force One que volaba de Washington a Miami (Florida, sudeste).

El portavoz indicó también que armar a la oposición siria, como desean influyentes miembros del Congreso estadounidense, no está en la agenda.

“Seguimos pensando que una solución política es el mejor enfoque”, ya que armar a los rebeldes podría desembocar en una situación “peligrosa y caótica”, aseguró.

Sin embargo, como ya había hecho esta misma semana, Carney no cerró completamente la puerta a esta eventualidad: “Deberemos evaluarlo en el futuro”, sostuvo.

Por lo menos 46 personas, en su mayoría civiles, murieron en actos de violencia este jueves en Siria, según cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que sitúa en al menos 7.600 los fallecidos en once meses de revuelta contra el régimen de Asad.