Hace algunos años la modelo de Victoria’s Secret Bridget Malcolm defendió su derecho a ser flaca. Esto luego que la maniquí publicara una foto donde se veía muy delgada, lo que hizo que la gente especulara sobre un posible desorden alimenticio.
“Estoy extremadamente en forma y sana, y no soy, ni remotamente, anoréxica”, escribió en aquella ocasión. “He trabajado muy duro para tener este aspecto y estoy orgullosa de mi cuerpo. No soy la más curvilínea, pero soy una mujer que tiene todo el derecho de tener el aspecto que tengo”, agregó.
Hoy, sin embargo, reveló el drama tras su aspecto. La joven de 26 años aseguró en su blog que sufría de dismorfia corporal, un trastorno mental que provocaba que nunca estuviese conforme con su figura y que además tuviese aversión a verse en el espejo.
“Realmente solía odiar la forma en que lucía. Pensaba que mi cara era demasiado redonda, los labios demasiado delgados y simplemente aburridos”, escribió.
“En el gimnasio, siempre trabajaba lo más lejos posible la parte posterior, solo para evitar verme en el espejo. En el set evitaba mirarme al espejo mientras me peinaban y maquillaban”, agregó.
Las cosas empeoraron cuando Malcolm acudió al “nutricionista de las celebridades” quien le aseguró que debía perder peso y le dio una dieta basada en 800 calorías diarias, cuando el mínimo recomendado para las mujeres es de 1200.
La modelo estuvo bajo las órdenes del profesional, cuyo nombre no reveló, desde el 2014 al 2017 pues quería que su índice de masa corporal estuviese bajo el rango de lo normal.
“Esta persona tomó mis medidas de grasa y me dijo que era un desastre. Mi IMC estaba en el rango de bajo peso (…) Cualquier dietista capacitado probablemente me hubiese recomendado subir de peso. Pero esta persona pensó que necesitaba ‘toda la ayuda que podía’ para perder ese molesto peso extra que regulaba mis hormonas y me mantenía saludable”, afirmó.
La modelo solía sobrevivir con batidos, verduras cocinadas al vapor y suplementos que eran vendidos por el mismo médico. “Felizmente seguí su plan durante unos meses, perdí mucho peso, junto con mi periodo, mi digestión y casi mi relación”, agregó.
Cuando llegó al peso que deseaba, la modelo comenzó a comer un poco más y tres veces al día, aunque seguía evitando los carbohidratos. En una semana subió un poco de peso, algo que fue reprobado por el médico.
“Me presionaron desde todos lados y me dijeron que bajara de peso. Así que volví al nutricionista. Esta vez un poco más estricta”, dijo.
Cuando llegó a la consulta, Malcolm quedó sorprendida con las palabras del médico. “Entré, me tomó las medidas, me miró a los ojos y me dijo: ‘estás gorda"”, recordó. “¡Estaba asombrado! Nunca en todos mis años de modelaje alguien me había dicho directamente que era gorda”, agregó.
Pese a esto, la modelo no desistió y continuó trabajando con el médico, aunque tuvo que luchar también contra la “depresión leve y ansiedad”, además de ataques de pánico durante meses.
Su marido fue determinante para que ella saliera adelante y dejara de trabajar con aquel nutricionista. Hoy sigue luchando contra la dismorfia, pero también sabe cómo cuidarse de forma responsable.
¿Qué es la dismorfia corporal?
Según la Clínica Mayo, la dismorfia corporal es un trastorno mental caracterizado por la preocupación excesiva por un defecto corporal mínimo o imaginario.
Las personas con dicho problema convierten aquel defecto en una obsesión y dedican muchas horas a intentar solucionarlo, llegando a tomar medidas extremas como el caso de esta modelo.
El trastorno los lleva a desarrollar ansiedad y depresión, por lo que el tratamiento incluye psicoterapia y en ocasiones medicamentos para controlar el ánimo.
Today’s blog post – fat, hormones and digestion!! Link in bio ❤️❤️
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