Algo pasa que, en lo personal, José Ramón nunca ha sido un lugar completamente de mi gusto.

No es que sea malo, porque es bueno, sino que eso de estar en una zona de alto tráfico, una apertura que en su tiempo trajo mucho ruido y un sabor particular hacen que no me llame mucho la atención.

Pero las dos últimas veces que he ido mis acompañantes me han preguntado que cuál es mi problema con el local. Porque sí es muy bueno, y parece que solo yo no lo veo.

M. Riveros.
M. Riveros.

Quizá es algo ambiental: En gustos no hay nada escrito, pero precisamente por eso es que visité José Ramón solo con la idea de escribir del lugar.

La primera recomendación es probar algunos de sus sándwiches. Hay que pensar que el local se abrió por eso días en que la tendencia gastronómica era el sándwich con “su qué”.

Es relativamente contemporáneo a lugares como la Casa Vieja, uno de los más antiguos exponentes de esa moda.

Por eso es que acá encontrará una presentación que es sello del lugar y unas preparaciones singulares, como Pescado Frito ($6.900), que suma pescado fresco, ensalada chilena, lechuga y mayonesa al ajo.

M. Riveros.
M. Riveros.

También hay una Fricandela ($6.900), que hace competir al sabor de la carne con el queso de cabra, la cebolla caramelizada, el tocino ahumado, el tomate y los pepinos dulces. Me habría gustado un sabor más puro y jerarquizado en una preparación así. Aunque convengamos que cuesta lograrlo.

Mi opción cuando vuelva será el Churrasco Italiano ($6.600), que es fome, pero que aprueba. Para mi, este sándwich es como la vainilla en las heladerías: Una prueba de calidad.

Ahora, si siente que su plato es poco, también tienen unas papas fritas que son igual de contundentes. Nosotros probamos las Papas Choras ($7.900) que incluye papas cortada a mano con con salsa de pimentón y merkén; junto a plateada deshilachada (mechada), chorizo artesanal, mayonesa al ajo y cilantro. Tiene mucho sabor, aunque al parecer se preparan (o almacenan) todos los ingredientes juntos, porque distinguir entre un chorizo y una papa se hace un poco difícil.

M. Riveros.
M. Riveros.

Recomendado.

Para escribir esta reseña se visitó dos veces de manera anónima el local. No se recibió ni utilizó invitación por parte del establecimiento.

José Ramón 277. José Ramón Gutiérrez 277, Santiago. No tiene estacionamientos, pero existen disponibles pagados en las cercanías. También queda a pasos del Metro Universidad Católica.