Hace ya varios años los amantes de la buena cocina estuvimos de luto cuando se anunció el cierre del Ópera Catedral, un lugar de esos que se atesoran.

Dos de sus chef fueron distinguidos como los mejores del país mientras estaban a cargo del local, y la gallina trufada que se servía en esas mesas era toda una demostración de que, a veces, la cocina es un arte.

El lugar era atípico y en su lugar los controladores del local instalaron Marilyn, una barra de sándwiches de bonito diseño y que siempre se ve relativamente vacía.

M. Riveros.
M. Riveros.

Es que no dan muchas ganas de volver: La música no aporta y no hay mesas muy cómodas, porque claramente es un lugar “al paso”.

El problema es que los locales viven del cliente que vuelve. Porque por mucho tráfico que haya, los nuevos clientes no recomiendan, ni dan una base sólida de ingresos al local.

Aún así, son varios años de esta apuesta.

M. Riveros.
M. Riveros.

Aquí, aunque la carta no es muy extensa, tiene la ventaja de ser muy variada en el sentido del sándwich. Y todos valen lo mismo: $5.800.

Los platos son grandes y puedes encontrar desde una correcta Hamburguesa a la Suiza con cebolla caramelizada, tomate salteado en oliva, queso gruyere y tocino crocante en pan brioche; hasta un ciabatta Crudo Juliana, con filete de vacuno crudo, pimiento rojo asado, alcaparras, hojas verdes y mayonesa al ajillo.

Como me imagino tienen poca rotación, la cocina ya no es perfecta como antes, pero al pedir una Escalopa de Ave Kaiser el apanado falló.

Me da la impresión de que estaba recocido, porque quedó duro y más seco de lo normal. Aún así se dejaba comer sin problemas: El queso chorreaba y la mayonesa casera fue un gusto.

M. Riveros.
M. Riveros.

En general los platos tienen una buena calidad, pero no llaman la atención.

Es un buen lugar de paso, pero completamente olvidable.

Para escribir esta reseña visité de manera anónima tres veces el local. No se recibió ni utilizó ninguna invitación por parte del local.

Marilyn Sánguches. Merced 395 (esquina José iguel de la Barra), Santiago. No tiene estacionamiento pero existen alternativas pagadas cerca del local.

Por Mario Riveros M.
@mario_riverosm