Una joven británica ingresó a un hospital por cuatro días para exámenes luego de perder el habla de un momento a otro, sin embargo, terminó saliendo dos años después por un raro trastorno que la dejó completamente paralizada.
Han pasado siete años desde que inició esta compleja historia para Megan Dixon, una joven británica que a los 13 años presentó los primeros malestares en su cuerpo.
A los 16 aquellos síntomas fueron más notorios e intensos, ya que de un momento a otro perdió la capacidad de hablar.
Aquel signo alertó a sus padres, quienes en un inicio creyeron que la joven presentaba síntomas de un derrame cerebral, por lo que decidieron llevarla a un centro de salud para exámenes, los que solo serían por cuatro días.
Joven iba al hospital por 4 días y terminó saliendo 2 años después
“Me llevaron al hospital porque estaban preocupados de que hubiese tenido un derrame cerebral o algo así, porque perdí la capacidad de hablar”, dijo Dixon a BBC.
“Me ingresaron por cuatro días de pruebas y salí del hospital dos años después”, Sostuvo.
La situación de Megan empeoró a tal nivel que quedó completamente paralizada, no lograba abrir los ojos ni hablar, sumado a que no podía tragar y presentaba 50 convulsiones en sus peores días (lo que se ha reducido a 18).
En aquel entonces los médicos le mencionaron que nunca volvería a moverse, pues la joven fue diagnosticada con un Trastorno Neurológico Funcional (FND, por sus siglas en inglés).
Trastorno Neurológico Funcional
Según la prestigiosa Clínica Mayo, se trata de un trastorno que se desconoce su causa, pero que “presenta síntomas del sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden atribuir a una enfermedad neurológica u otra afección médica. Sin embargo, los síntomas son reales y causan dolor considerable o problemas para desenvolverse en la vida diaria”, sostiene el sitio.
En cuanto a sus signos y síntomas, “afecta el movimiento o los sentidos, como la capacidad de caminar, tragar, ver u oír”, los cuales pueden variar en cada persona.
Así, cuatro días de exámenes de rutina terminó en dos años, los cuales finalmente concluyeron cuando debió ser trasladada a otra clínica de cuidados neurológicos en el este de Inglaterra.
“Estaba paralizada del cuello hacia abajo”, contó.
“No podía ver, no podía hablar. Odio esa palabra, pero estaba muy vulnerable en ese momento”, señaló, agregando que “casi morí” en el hospital y los médicos le dijeron a sus padres que “se prepararan para lo peor”.
18 meses para recuperar el movimiento
Pero después de 18 meses de fisioterapia, los síntomas de Dixon mejoraron drásticamente.
“Ahora puedo mover todo. Obviamente puedo hablar, puedo ver. No puedo caminar y nunca voy a poder caminar de nuevo, pero eso es porque tengo contracturas en las rodillas”, reveló.
“Necesito una cirugía para poder doblarlas porque mis piernas están completamente rectas. Es muy doloroso, pero estoy esperando esa operación, y eso significa que nunca voy a poder volver a caminar”, agregó la joven, quien pese a ello, ya tiene planes de iniciar una carrera profesional.